La muerte de Silvia Pinal, significa una pérdida en muchos niveles, desde la humana, hasta la artística. La actriz carga tras de sí un legado lleno de talento y hasta el momento se erige como una escuela de histrionismo y elegancia. Su labor frente a las cámaras siempre será recordado por todos aquellos que tengan contacto con su trabajo, pero también son muchos los que recuerdan sus escándalos, sus enlaces amorosos y parte de su vida personal, misma que, al ser una figura pública, se ha convertido en un asunto comentado por todos.
Una de aquellas historias es su romance con Emilio ‘El Tigre’ Azcárraga, el poderoso empresario a quien se le debe la forja de la televisora más importante de nuestro país. Si bien, muchas generaciones jóvenes pueden pensar que quizás su historia de amor fue escandalosa o dolorosa, la realidad es que la primera actriz ha confesado que Azcárraga fue el amor de su vida y que el interés romántico fue recíproco.
Todo comenzó cuando...
Corría la década de los sesenta y para entonces Silvia Pinal ya era una estrella bien reconocida en el campo de la actuación, e incluso a un nivel internacional. Por su parte Emilio ‘El Tigre’ Azcárraga ya era una figura prominente en el campo empresarial, aunque todavía permanecía como aprendiz a la sombra de su padre Emilio Azcárraga Vidaurreta.
Ella era la actriz mexicana más famosa de la época de Oro del Cine mexicano, ganadora de la Palma de Oro en el prestigioso festival de cine en Cannes. Él era el heredero de uno de los imperios más interesantes de la época, uno que para entonces ya se vislumbraba como la vanguardia en los medios de comunicación y el entretenimiento en México.
Su romance fue breve, según relató la actriz en sus memorias Esta soy yo. Sin embargo, se trató de una relación fue intensa que no fue ningún secreto para nadie y que incluso acaparó rápidamente el interés de la prensa y los titulares de los periódicos más prominentes.
Lo más importante de todo es que en ningún momento estuvo poblado por el escándalo o por las malas experiencias. De hecho, Pinal afirmó que su relación con el heredero de, la por entonces llamada, Telesistema Mexicano fue recíproca.
“Nos quisimos mucho. Emilio era muy guapo, fuerte varonil y me quería mucho, cosa que era muy importante para mí. Fue absolutamente recíproco”, explicó en sus memorias.
Desgraciadamente todo lo bueno tiene que terminar y su relación llegó a su final. El padre de Emilio ya tenía acordado el segundo matrimonio de su hijo con una chica descendiente de una familia francesa de gran prominencia y posicionamiento tanto social como económico, llamada Nadine Jean.
Lo anterior fue un plan tramado por el padre del empresario, quien supuestamente no veía con buenos ojos que su hijo estuviera en una relación con una mujer que ya tenía un hijo y estaba divorciada. Además pensó el matrimonio de su estirpe como una estrategia comercial para mantener buenas relaciones e influencia con Francia.
Aunque no siguieron juntos, de cualquier forma sus caminos se dirigieron al éxito aunque por separado. Ella continuó su carrera como actriz con gran éxito especialmente en Televisa. Mientras que Emilio Azcárraga Milmo eventualmente tomó el liderato de dicha empresa, una compañía que a día de hoy es todavía una de las más importantes y poderosas de Latinoamérica y el mundo.