En 2021, en respuesta a una pregunta sobre su religión durante la conferencia de prensa “La Mañanera”, AMLO afirmó ser cristiano y expresó que su práctica cristiana está vinculada con Jesucristo y su enseñanza sobre el amor a los más pobres.
En sus propias palabras, el presidente declaró: “Yo soy cristiano y quiero también aclararlo, hay en la iglesia evangélica hay una denominación cristiana, pero mi cristianismo, lo que yo práctico, tiene que ver con Jesucristo, porque soy seguidor del pensamiento y obra de Jesucristo”.
El primer mandatario resaltó que Jesucristo fue un luchador social importante en la historia, seguido incluso por los poderosos de su época, y lo crucificaron por profesar un profundo amor a los pobres y los débiles.
El mandatario mexicano describió su creencia como seguidor del “pensador social más importante que ha habido en el mundo”. A su vez, hizo una reflexión sobre la consistencia entre ser seguidor de los principios de Jesús y el actuar conforme a ellos.
El cristianismo del líder mexicano se encuentra alineado con los valores y ética propuestos en La Biblia, libro sagrado del cristianismo, que establece un conjunto de preceptos morales y espirituales para sus fieles.
Esta declaración llega en un contexto donde la religión, con influencias del judaísmo y de la historia temprana romana, incluye diversas facciones dentro de un amplio espectro de creencias.
Dentro de sus pilares fundamentales, el cristianismo enfatiza la divinidad de Jesús y la importancia de la aceptación de su figura para la salvación y la vida eterna, según la doctrina de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Los rituales de AMLO
Durante la conferencia matutina conocida como “La Mañanera” en 2021, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desmintió categóricamente las acusaciones del periodista Pedro Ferriz, quien afirmó que el mandatario practica la santería.
En la conferencia, El presidente de México admitió que participa en rituales donde se deja “limpiar”, pero repudió las afirmaciones de Ferriz, quien etiquetó a los practicantes de santería como “criminales” y sugirió que “brujos” toman decisiones importantes para el país.
El presidente enfatizó que México es un estado laico, como se establece en el artículo 130 de la Constitución, y recordó que el artículo 80 de la Carta Magna establece como requisito para ser presidente “no pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto”. Sin embargo, subrayó que este artículo no limita las creencias personales de cada mandatario.
Ante estas aclaraciones, el presidente exhortó a no caer en afirmaciones infundadas y a respetar la diversidad de creencias en un país que, según la Constitución, garantiza la libertad de culto.