El monumental túnel Ogarrio que tiene más de un siglo de haberse construido, por el cuál diferentes vehículos de turistas y en el pasado carretas y animales de carga atravesaban el cerro para llegar al inicio del Pueblo Mágico de Real de Catorce, conocido por fomentar el turismo mítico-espiritual, del que se tienen vistas muy espectaculares y tradicionales, sede de locación de diversas películas internacionales, dónde año con año cae la nieve y en su descenso se encuentra el desierto Wixárika, donde crece el peyote que es utilizado por los huicholes en diferentes ceremonias y festividades,cerrará con motivo de la habilitación de un mercado,este cambio se anunció hoy por parte de la Sectur del Estado de San Luis Potosí,dónde se enfatizó dejara de ser de dos sentidos la circulación.
Únicamente servirá como entrada a la comunidad ya que se tiene planeada la rehabilitación de otro camino para salir del lugar, el objetivo de este proyecto pretende dar una nueva salida a otros lugares de Real de Catorce y la zona de estacionamiento que está cercana al túnel tienen pretendido construir o habilitar un mercado artesanal para que todos los turistas puedan conocer del trabajo de los lugareños. Se tiene una inversión aproximada de entre 15 y 19 millones de pesos para los trabajos de construcción de caminos.
<b>¿Cuál es la historia del tradicional túnel?</b>
Su construcción data del año 1897, en lo que anteriormente fue un socavón que salía del cerro y fue adaptado para el acceso a la comunidad, su nombre proviene del español que tuvo la iniciativa de crear el túnel, Vicente Irizar, quién lo bautizó en honor a la comunidad española donde creció de niño. Fue inaugurado en 1901 y tiene una profundidad aproximada de 2.3 kilómetros, eso sí, se tiene que avisar cuando van a entrar o salir los coches, es por ello que se busca que solo sea de un sentido para agilizar la movilidad.
Se puede recorrer a pie el trayecto pero es tardado por la distancia,además de ser un lugar donde se acumula mucha humedad y esta oscuro. En la antiguedad el lugar era un sitio minero que hasta poco más de dos siglos de la llegada de los españoles dio grandes cantidades de plata, siendo conocido como el segundo o tercer sitio minero más productivo durante la Nueva España.
Una vez que dejó de dar plata, el lugar se estableció como un sitio turístico y gracias a los habitantes originarios del lugar fue que salió adelante, ha sido utilizado como un punto de partida y salida para las peregrinaciones wixáricas que realizan sus celebraciones en el desierto.