La Central de Abasto de la Ciudad de México (CDMX), epicentro de la comercialización de productos alimenticios y agrícolas, resguarda su propiedad bajo el paraguas del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto del Distrito Federal (FICEDA).
El FICEDA, organismo encargado de administrar y supervisar todas las operaciones de este gigantesco centro de distribución, juega un papel fundamental en el funcionamiento y mantenimiento de la Central de Abasto CDMX.
Aunque este dato no es ampliamente conocido, resulta esencial para comprender la gestión y la toma de decisiones que rigen este emblemático espacio comercial.
¿Cobran por entrar a la Central de Abasto?
Una de las preguntas recurrentes entre los visitantes de la Central de Abasto es si existe algún costo para acceder a sus instalaciones.
La respuesta es clara: el ingreso a este vital centro de abastecimiento es completamente gratuito, democratizando así las oportunidades comerciales para una amplia gama de actores, desde comerciantes hasta consumidores finales.
La vastedad se refleja en la diversidad de sectores especializados que alberga para facilitar la distribución eficiente de productos. Con más de mil bodegas y locales comerciales, los sectores incluyen Abarrotes y Víveres, Frutas y Legumbres, Flores y Hortalizas, Aves y Cárnicos, Área de Subasta y Productores, Bodegas de Transferencia, Zona de Pernocta y Envases Vacíos.
Historia y origen de la Central de Abasto
La historia de la Central de Abasto de la Ciudad de México, también conocida como “La Central” o “CEDA”, se remonta a la década de 1950. En aquel entonces, se identificó la necesidad de contar con un espacio centralizado para la distribución y comercialización de productos alimenticios en la creciente urbe.
La construcción de la CEDA comenzó en 1960 y culminó con su inauguración oficial el 22 de noviembre de 1982. Ubicada estratégicamente en el sur de la Ciudad de México, en la delegación Iztapalapa, la Central se convirtió en un elemento vital de la cadena de suministro alimentario para la ciudad y sus alrededores.
Hoy en día, es un enclave crucial en la cadena de suministro de alimentos para la metrópoli y sus alrededores. Desde frutas y verduras hasta carnes, pescados, lácteos y productos secos, la Central satisface las necesidades de una amplia variedad de establecimientos, desde restaurantes hasta tiendas de abarrotes.
Comerciantes, distribuidores y compradores convergen en este centro de negocios mayorista, consolidando su posición como un motor económico y un pilar esencial en la vida cotidiana de la Ciudad de México.