Aunque el invierno ha llegado bastante fuerte a tierras mexicanas, para ‘Don Goyo’ no ha sido impedimento para generar algunas fumarolas importantes y con ello las cámaras de aficionados y centros de estudio nos dejaron grandes imágenes del Volcán Popocatépetl, aquí te dejamos el video.
El Popocatépetl, es uno de los volcanes más activos de México y recientemente ha registrado un aumento en su actividad eruptiva, lanzando ceniza y gases sobre una extensa zona que afecta a más de 25 millones de habitantes.
Sin embargo, pese a la intensificación de explosiones, las autoridades no han reportado un excedente en el nivel de energía respecto a los últimos 30 años de actividad del coloso, por lo que se encuentran en fase Amarilla.
Las explosiones vulcanianas de este coloso se mantienen en parámetros conocidos desde su despertar en 1994, caracterizándose por su intensidad de baja a moderada. Ya que la historia eruptiva del volcán sugiere una periodicidad de aproximadamente 70 años, habiendo observado una fase de reposo tras un ciclo entre 1919 y 1927, hasta resurgir a finales del siglo pasado. El Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred) anticipa que la actividad continuará en la misma línea, con emisiones que no sobrepasarían el rango ya observado.
¿Cómo se mide la peligrosidad de las erupciones?
El monitoreo constante del Popocatépetl es llevado a cabo mediante tecnología de punta que incluye análisis sísmico, medición de gases, en especial dióxido de azufre, y la observación de cambios en la topografía del volcán. Esto coloca al Popocatépetl entre los volcanes más observados a nivel global. La historia geológica distingue entre erupciones plinianas y vulcanianas, actualmente mostrando patrones de las últimas, siendo este un período conocido como interpliniano.
La precipitación de ceniza ha afectado frecuentemente a los estados de Puebla, Ciudad de México y Morelos desde 1994, provocando la suspensión de actividades educativas y operaciones aeroportuarias, además de la recomendación del uso de mascarillas para protegerse de los efectos de las partículas volcánicas. El Cenapred mantiene un radio de seguridad de 12 kilómetros alrededor del cráter y sigue emitiendo directrices basadas en la evolución de la situación.