Minutos antes de que los jugadores protagonistas de la final en la Liga MX se dieran cita en la grama del Estadio Azteca, se observó al piloto mexicano Sergio Pérez desfilar por los alrededores del terreno de juego. En su marcha se le pudo observar en compañía de uno de sus hijos y dio a conocer su pronóstico.
En un video documentado a través de la cuenta verificada de la red social X, antes Twitter, se pudo observar a Checo Pérez caminar por uno de los costados del terreno de juego. En su marcha, mientras observaba con atención los acontecimientos en la tribuna, fue cuestionado sobre el marcador.
“Checo ¿quién gana? ¿quién gana?”, le preguntó el reportero que se encontraba documentando su marcha. Después de escuchar un par de ocasiones la pregunta, con una sonrisa en el rostro, el subcampeón del mundo de la Fórmula 1 respondió: “El América”.
La afición del piloto de Red Bull Racing hacia el Club América es reconocida en el ámbito deportivo. A pesar de haber nacido en la cuna del rival deportivo más significativo de las Águilas, el piloto desarrolló su estima por el equipo de la capital del país.
Aunque se le ha visto en eventos de amplia relevancia para el equipo de futbol como el festejo del título que obtuvieron en el torneo de Clausura 2014, la historia de Checo Pérez con las Águilas del América data de años atrás, cuando intentó formar parte de las filas del club.
¿Por qué Checo Pérez pudo haber cambiado el automovilismo por el futbol?
Fue Antonio Pérez Garibay, padre del piloto de la Fórmula 1, quien dio a conocer en una entrevista que, cuando Sergio tenía 10 años, estuvo a punto de renunciar a sus aspiraciones de convertirse en piloto.
En aquel momento, Checo Pérez tenía en puerta una competencia de Go-Karts. No obstante, el día de la misma coincidió con la realización de un partido de Clásico Nacional, es decir, de América contra Chivas, al cual fue invitado por parte de Emilio Azcárraga.
“‘Papá, no voy a ir a las carreras, no voy a correr. Me invitó Emilio Azcárraga a ver al América y me voy a ir con él’ (…) Y renuncia para irse con Emilio Azcárraga al América - Chivas. Le dije ‘está bien, voy a vender todos los go-karts tuyos y se acabó esto’, ‘papá, vende todo. Yo quiero ser futbolista y quiero jugar en el América’”, recordó Pérez Garibay.
La decisión del padre de Checo Pérez fue asumida al pie de la letra. A su regreso del Clásico Nacional, Sergio dejó de asistir a las competencias que tenía previstas, así como a sus entrenamientos.
Incluso, en una ocasión, Checo Pérez recibió la invitación para acudir a su primer Gran Premio de Fórmula 1 en calidad de espectador. Se trataba del GP de Silverstone, uno de los más significativos en la temporada, pero la decisión del padre de Sergio consistió en que volviera a México.
“Checo pensaba que se iba a quedar para ver su primer Gran Premio de Fórmula 1, lo regresé a Guadalajara con un amigo. Lloró... me dolió muchísimo el corazón […] Era una gran experiencia, pero dije ‘si flaqueo aquí me va a aplicar el resto de la vida muchas más, fui duro con él”, recordó.
El suceso fue significativo para Checo Pérez, pues desde entonces retomó su intención de dedicarse al automovilismo. Después de haberse mantenido alejado de dicha disciplina por poco más de un año, regresó a los entrenamientos y competencias, los cuales no volvió a abandonar hasta convertirse en un referente del automovilismo mexicano.