El Frankie Oh, hace casi 40 años, fue una de las discotecas más famosas en México debido a que era muy lujosa y en su interior contaba con animales exóticos, lo que llamaba la atención de diversas personalidades del espectáculo que cuando andaban por Mazatlán era una parada obligada.
Ubicado en el puerto sinaloense, este se convirtió en uno de los establecimientos más excéntricos del país, superando a bares de la Ciudad de México y Guadalajara, es por ello que ‘Los Pata Salada’ lo siguen recordando con mucho cariño e incluso tienen un grupo en la red social Facebook donde comparten sus recuerdos.
Lo oscuro de este recinto era que pertenecía a los entonces narcotraficantes más peligrosos de México, los hermanos Arellano Félix, quienes durante esa época tenían alianza con el Cártel de Sinaloa y aún no se desplazaban a Tijuana, donde crearon su cártel.
Unas de las experiencias más recordadas es que a él se podía llegar a través de una escalera de madera en forma de espiral que iba desde el amplio lobby principal, hasta algunas de sus salas.
Según declaraciones de Francisco Arellano Félix, su propietario, el inmueble tenía un valor de aproximadamente cinco millones de dólares y en él estuvieron presentes artistas como Luis Miguel y Emmanuel, quienes en aquella época estaban en pleno auge.
El Frankie Oh tuvo un desolado final, tras ser catalogado como la discoteca más lujosa del país pues las autoridades incautaron el inmueble y por casi dos décadas estuvo en el abandono, lo que lo convirtió en el hogar de indigentes, así como la presencia de roedores que con el paso de tiempo fue vandalizado y las pocas cosas de valor que quedaban fueron robadas.
Finalmente en 2017, por órdenes del Ayuntamiento de Mazatlán, el sitio fue demolido quedando solo el recuerdo de aquellos momentos en los que las personas más famosas del país se daban cita para pasar un momento agradable durante la noche.
Julio César Chávez llegó a pelear ahí
Era tan importante la discoteca que ‘La Leyenda’ tuvo dos combates en su interior, las cuales se llevó por la vía del cloroformo, la primera fue contra Rafael Limón en 1988, cuando contaba con 26 años de edad, y el otro con Jaime Balboa en 1990.
Cabe mencionar que ambos rivales contaban con más de 10 derrotas en su historial, por lo que sin problema alguno terminó con ellos causando la euforia de los presentes que se dieron cita para ver al campeón mundial que estaba en el auge de su carrera.