Este viernes 15 de diciembre, inició operaciones el Tren Maya, uno de los proyectos más importantes del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), junto con la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ubicado en Santa Lucía, en el Estado de México.
Fue el propio presidente de México quien dio el banderazo, luego de que hace tres años iniciaron las obras de este proyecto.
Acompañado de parte de su gabinete y por Layda Sansores, gobernadora de Campeche, el mandatario nacional develó la placa conmemorativa con la que inauguró el primer tramo, mismo que consta de 14 estaciones y una longitud de 473 kilómetros. A partir de este sábado 16 de diciembre, el Tren Maya contará con sus primeros pasajeros tras abrirse la venta de boletos hace unos días.
Aunque este viernes inició operaciones en Tren Maya en solamente un primer tramo, se espera que para finales de febrero del 2024 se pongan en operación el resto de los tramos.
¿Cómo es el Tren Maya por dentro?
Por medio de YouTube y redes sociales, se compartieron algunas imágenes y videos de cómo es el Tren Maya por dentro. Los convoys, cuentan con aire acondicionado e internet. Los asientos, según lo descrito por quienes estuvieron en el primer viaje del Tren Maya, son muy cómodos, de color azul con gris.
El tren cuenta con un entrepaño en la parte de arriba de los asientos para que los pasajeros puedan poner sus pertenencias. También, en los asientos, los pasajeros tienen mesas desplegables, cámaras de vigilancia, además de unas ventanas muy amplias para disfrutar de la vista de los paisajes por donde pasa.
La velocidad para transporte de pasajeros será de 160 km/h, y el del transporte de carga será de 120 km/h. Los colores que tiene el Tren Maya son relacionados con la cultura Maya: turquesa oscuro, castaños y algunos dorados. El trayecto que va de Campeche a Cancún será de 5 horas y 28 minutos.
La capacidad es de 300 a 500 pasajeros. Los convoys tienen una longitud de entre 100 y 150 metros. El Tren Maya está planeado para pasar por cinco estados del sureste de México: Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo. Además, cruzará por 40 municipios y 28 zonas arqueológicas.