Ismael ‘El Mayo’ Zambada a principios de la década pasada sufrió un duro golpe por parte de sus rivales de años, cuando parecía que ya habían hecho una tregua, luego de que los Arellano Félix privaran de su libertad a tres de sus familiares.
Se trató de su hermana Águeda Zambada García, así como su sobrina Isabel y su pequeña hija, quienes iban llegando al Aeropuerto Internacional del Tijuana cuando desconocidos las interceptaron para subirlas a la fuerza a un automóvil.
“Cuando parecía que la vieja guerra con los Arellano Félix ya estaba superada, en noviembre del 2010, ‘El Mayo’ recibió la noticia de que su hermana Águeda, su sobrina Isabel y la pequeña hija de esta habían sido secuestradas por miembros de la organización rival, al poco tiempo de llegar al Aeropuerto Internacional del Tijuana”, se lee en el libro ‘Bienvenidos a Sinaloa’.
Tanto Águeda como su hija y nieta pudieron ser liberadas tras el apoyo de elementos del Ejército Mexicano, quienes ubicaron la casa de seguridad en la que se encontraban las tres mujeres que salieron ilesas.
“No mucho tiempo después, un equipo especial del Ejército liberó a las familiares de ‘El Mayo’ de la casa donde se encontraban. La noticia casi pasó desaparecida hasta que aparecieron una serie de mantas en diversa partes de Culiacán, una de ellas decía”, continúa el escritor y periodista Diego Enrique Osorno.
A pesar de que la noticia no tuvo tanta trascendencia, esta destacó luego de que en diversas zonas de Culiacán mandaron a poner narcomantas con un mensaje dirigido los líderes del Cártel de Sinaloa.
Ramón Arellano Félix les ‘dejó’ un narcomensaje “desde el infierno”
“‘’Chapo’ y ‘Mayo’ para que vean que no somos tan corrientes como tu propia sobrina te lo dijo, las dejamos vivas porque no quisimos matarlas en la fiesta, no tengan miedo y manden a pelear a su gente para ver como nos toca, si mandan Gobierno, también les hacemos frente’”, fue el mensaje que le dejaron a los líderes del Cártel de Sinaloa.
Lo macabro de la advertencia de los Arellano Félix es que fue ‘firmada’ por el fallecido Ramón Arellano Félix, quien fue asesinado en 2002 cuando se encontraba en el Carnaval de Mazatlán.
“Los miembros de la familia Arellano que colocaron las mantas, decidieron que quien firmara los mensajes fuera un viejo conocido del Cártel de Sinaloa. ‘Atentamente, Ramón Arellano desde el infierno’”, narra el periodista.
A principios de los 2000 e inicios de los 2010, la denominada guerra contra el narco dejó un saldo de más de 200 mil personas sin vida.
“Era el texto del viejo rival de ‘El Mayo’ asesinado tiempo atrás durante el Carnaval de Mazatlán. Todas estas disputas entre cárteles ocasionaron que miles padres y madres perdieran a sus hijos durante los últimos años, la nebulosa de violencia de la denominada guerra contra el narco produjo en una década más de 200 mil personas asesinadas”, se lee en la obra de Osorno.