A cinco días del enfrentamiento entre agricultores y sicarios de la Familia Michoacana en Texcaltitlán, Estado de México, el Gobierno Federal anunció la creación de un cuerpo especial de seguridad para proteger la región sur de la entidad que colinda con Michoacán y Guerrero.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Luis Cresencio Sandoval —titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)— expresó que se tiene contemplada la creación de un mando especial de seguridad enfocado específicamente en resguardar el área fronteriza de los tres estados.
El general anticipó que, si bien aún hay estudios pendientes por realizar, se tiene previsto que este grupo esté conformado por entre 500 y mil elementos del Ejército Mexicano.
Aunado a ello, las fuerzas federales han iniciado labores de reconocimiento en la zona para ubicar y adquirir un terreno para la construcción de una nueva Compañía de la Guardia Nacional, la cual contaría con 120 agentes.
Las declaraciones emitidas por Sandoval refieren que tras el despliegue de las corporaciones en Texcaltitlán, a la fecha no habría presencia de sicarios vinculados con la Familia Michoacana, lo cual sugiere que se habrían desplazado a otros municipios luego de la confrontación en la localidad de Texcapilla.
En este sentido, expuso que los habitantes de Texcaltitlán ya no habrían recibido nuevas amenazas del grupo criminal que tiene como máximos líderes a los hermanos José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, alias ‘El Fresa’ y ‘El Pez’.
“Quizá al final del mes [diciembre de 2023] ya tengamos identificada la manera en que pondremos en práctica este plan y ya también quizá estemos iniciando la construcción de la Compañía de la Guardia Nacional”, sostuvo el secretario de Defensa.
Dado que el proyecto se encuentra en una fase preliminar, hasta el momento no se tiene identificado quién sería el mando militar que estaría a cargo de este grupo.
El sur del Estado de México es, actualmente, una de las regiones prioritarias para la Familia Michoacana debido a su conexión con rutas del tráfico de drogas, así como la proliferación de productos agrícolas como el haba y diversas flores.
Y pese a ser la organización que tiene el dominio de las plazas, mantiene una disputa frontal con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que busca adentrarse en el territorio.