La controversia continúa en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), luego de que este 10 de diciembre el presidente magistrado, Reyes Rodríguez Mondragón, anunció que no renunciará a su cargo pese a la insistencia de sus compañeros y mantendrá una “política de diálogo”.
A través de redes sociales, el funcionario electoral publicó una carta en donde detalló que el pasado jueves la magistrada Mónica Arali Fregoso y los magistrados Felipe Alfredo Fuentes Barrera y Felipe de la Mata Pizaña le declararon su inconformidad al frente del TEPJF, luego de haber faltado a su Informe de Labores.
“Las tres magistraturas me solicitaron una reunión a la cual accedí de inmediato junto con la magistrada Janine Otálora Malassis… Fue en esa reunión que, por primera vez, las tres magistraturas me hicieron saber que había una ‘pérdida de confianza’ en mi Presidencia y solicitaron mi renuncia al cargo”, detalló.
De acuerdo con lo expresado por el presidente magistrado, en dicha reunión sus colegas externaron su descontento con las políticas administrativas implementadas durante su presidencia, así como la falta de consenso del presupuesto solicitado para el 2024 a la Cámara de Diputados.
Aclaró además los señalamientos en donde los acusaban de ser parte de un “manejo feudal” de su cargo, por lo que indicó que existe un involucramiento de los magistrados a lo que se refiere a la supervisión de cada área.
“Por otra parte, más allá de la reunión en donde las magistraturas solicitaron mi renuncia, se ha señalado públicamente que existe un supuesto manejo feudal de la Presidencia del Tribunal Electoral. Creo relevante aclarar que, con el fin de involucrar a las y los magistrados en las actividades institucionales, respeté el acuerdo tomado desde 2016 en el cual las distintas áreas del Tribunal estarían coordinadas por diferentes magistraturas, a pesar de que por reglamento están adscritas a la Presidencia”, indicó.
El presidente de TEPJF recalcó que no existieron las condiciones de diálogo, sobre todo luego de que los magistrados Fuentes y Soto solicitaron un receso y la presencia del titular de la Secretaría General de Acuerdo para transformar dicho tiempo en una sesión privada con efectos legales, al margen del escrutinio público que se había acordado.
“Al no existir las condiciones para un diálogo auténtico y libre de imposiciones, la magistrada Otálora y yo decidimos retirarnos y salir por la puerta principal del Pleno, a la vista de asistentes y medios. Inclusive respondimos a preguntas de los periodistas. Es falso que huimos. Al haberse alterado las condiciones acordadas para dialogar, se dio a conocer mediante la página principal del Tribunal que el receso de sesión sería hasta nuevo aviso”.