En el mundo de la lucha libre, cada nombre lleva consigo una historia única, y uno de los personajes más emblemáticos que marcó la escena mexicana fue Jesús Javier Hernández, conocido como ‘Oro’. A 32 años de su partida, aún se mantienen ciertos rumores y especulaciones acerca de que el pugilista tapatío llegó a presagiar su muerte momentos antes de subir al ring.
‘Oro’ se ganó el respeto y el cariño de los aficionados gracias a su impresionante habilidad en el cuadrilátero y su dedicación al deporte. Nacido el 24 de diciembre de 1971 en Guadalajara, México, Javier inició su carrera en la lucha libre en la década de 1980, rápidamente destacando por su agilidad, técnica y carisma en el ring. No obstante, fue hasta 1990 cuando encaró su primera pelea como profesional.
Adquiriendo popularidad por su mancuerna con su hermano ‘Plata’ y haciéndose llamar ‘Los Metálicos’, su camino hacia la prominencia comenzó en las arenas locales, donde su estilo único y su capacidad para conectar con la audiencia lo convirtieron en una figura querida. Los aficionados ‘aztecas’ no podían evitar emocionarse al presenciar sus luchas llenas de intensidad y emoción.
Su trayectoria individual tomó impulso cuando se involucró en un conflicto con el experimentado Mano Negra, al que le arrebató el título de Campeonato Mundial de Peso Medio de la NWA. No obstante, cuando la carrera del jalisciense comenzaba a escalar mayores fronteras, la vida le terminó jugando una mala pasada.
Día y presagió de su muerte
La carrera y vida de oro llegó a su fin el 28 de octubre de 1993 cuando el luchador se presentó en la Ciudad de México para disputar junto a ‘La Fiera’ y ‘Brazo de Plata’ la semifinal de la cartelera de la Arena Coliseo y medirse en contra de Kahoz, Dr. Wagner Jr., y Jaque Mate.
Previo a que diera inicio el combate, Hernández Silva dio a conocer que había rechazado diferentes ofertas para hacer una gira en el extranjero, argumentando que el quería luchar en la Ciudad de México. De igual manera, se habla de que aquella noche, el tapatío invitó a más de 30 personas cercanas para que lo “vieran en acción”, siendo una cifra fuera de lo común con respecto a sus parientes que solía llevar.
Kahoz y Oro fueron los encargados de abrir el telón y empezando la función con un careo de llaves, para posteriormente comenzar con una serie de golpes y lances. No obstante, Kahoz aplicó un machetazo a Oro, y este cayó con su cabeza sobre la lona. En el momento, parecía no haber mayor inconveniente, pues el jalisciense se paró por su propia cuenta y continuó el combate por unos segundos.
Tras un par de acciones, salió del cuadrilátero para pedir su relevo; sin embargo, a los pocos segundos cayó desvanecido. De forma inmediata llegaron los servicios médicos y autoridades correspondientes para atenderlo y llevárselo en una camilla. Horas después del acontecimiento, se dio a conocer que Oro había fallecido por un derrame cerebral.