Noche polar: qué es y cuándo se lleva a cabo, según la UNAM

El universo es uno de los lugares más admirados, pero también uno de los más misteriosos pues nos ofrece espectáculos que parecen de película. Uno de los más estudiados es la “noche polar” y si aún no estás familiarizado con este increíble espectáculo, te decimos qué es y cuándo ocurre de acuerdo con la UNAM.

En la parte norte del planeta ya entramos al invierno y con ello el frío, la nieve, los fuertes vientos y hasta la caída de aguanieve son situaciones que ocurren a diario. Sin embargo, existe un fenómeno astronómico que intriga a los humanos y que hace creer que el Sol se ha “apagado”.

Aunque parece imposible, existe una temporada al año en la que el astro rey se ve opacado por diversos factores que hacen que las noches sean mucho más largas de lo normal y el ritmo de vida de varias regiones del mundo tengan que adaptarse a ello.

Según investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este espectáculo hace que la noche dure varios días debido a que el eje de la Tierra se inclina a tal grado que el Sol ya no puede alcanzar la altura necesaria para sobrepasar el horizonte, motivo por el cual algunas regiones no son iluminadas.

National Geographic indicó que este acontecimiento dura, en promedio, 40 días, pero dependiendo del lugar donde te encuentres y las condiciones climáticas este periodo se puede extender hasta 66 días.

La Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, el círculo polar es el epicentro más afectado por la falta de luz solar, sobre todo en Barrow, Alaska; Múrmansk, Rusia; Nuorgam, Finlandia; y Tromso en Noruega, aunque hay varios pueblos más que sufren por las inclemencias del tiempo.

Expertos indican que pasar tantos días a oscuras puede afectar a las personas y hasta a los animales, principalmente en el ánimo lo que propicia un incremento de depresión. También se ha notado un incremento en la actividad sexual de los animales.

La temperatura llega a bajar a -20° en los primeros meses del año y, aunque parezca contradictorio, este fenómeno ha aumentado el turismo en las regiones polares pues se trata de un ambiente fuera de lo común.