Consuelo Loera fue la mamá de Joaquín El Chapo Guzmán y el domingo 10 de diciembre falleció a los 94 años, por lo que conviene recordar cuál era su opinión respecto a las acciones que realizaba su hijo y la forma en que solía referirse hacia él.
A lo largo de su vida, Consuelo Loera concedió varias entrevistas, en una de ellas recibió a dos periodistas de Univisión en La Casa Rosa y aseguró que ella no hablaría en profundidad sobre la vida y obra de su hijo; sin embargo, dejó entrever que no se sentía responsable por los actos del narcotraficante, ya que sólo estuvo a su cargo mientras lo criaba.
Y es que para ella, cada persona decide la forma en que va a obtener el dinero para subsistir a lo largo de su vida, pero a pesar de todo ello, nunca dejó de ver a Joaquín Guzmán Loera como su hijo:
“Uno los cría (a los hijos) y mientras están bajo la responsabilidad de uno, dependen de uno pero ellos se salen a buscar la vida de lo que uno crea mejor, una como madre si ellos hacen bien o hacen mal, uno sigue siendo su madre y ellos siguen siendo sus hijos”, mencionó a Univisión hace casi una década cuando abrió las puertas del caserón ubicado a la entrada del poblado de La Tuna.
Una de las frases más destacadas de esa conversación en la casa de Badiraguato en Sinaloa fue la reflexión que hizo sobre las actividades criminales a las que se llegó a dedicar su hijo:
“Si quieren preguntarme cosas de mi hijo, yo no lo voy a responder, eso pregúntenselo a él, que al fin y al cabo ya lo tienen allá”
Durante la breve conversación que tuvo con las entrevistadoras, Consuelo Loera mencionó que una de sus grandes preocupaciones era rezar todos los días porque las autoriadades le otorgaran el perdon al Chapo Guzmán, y es que ella como madre siempre tenía en mente a todos sus hijos y seguía pensando en su bienestar.
“Confío en dios que me lo proteja, que toque sus corazones de las autoridades que lo tienen y reconozcan que tienen un Dios también, que le perdonen todo, que se den cuenta de que ellos se equivocan también”, relató.
Dicha entrevista se realizó un año antes de que Joaquín Guzmán Loera se fugara del penal del Altiplano —y de su recaptura—, pero desde entonces Consuelo Loera ya había externado el deseo de visitar a su hijo.
“Estoy todos los días orando por él, sé que es el señor el que mueve los corazones para que lo ayuden y pronto sea liberado, nada más que él me avise y voy a hacer el propósito de ir a verlo”, mencionó.
Las llamadas de 15 minutos de El Chapo y Consuelo Loera
En 2021, Joaquín Guzmán Loera fue condenado a cadena perpetua en una corte de Nueva York por los delitos de participación en una empresa criminal, conspiración internacional para la fabricación y distribución de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana, uso de armas de fuego y conspiración para lavar las ganancias de narcóticos.
Dos días después llegó a la cárcel “supermax” en Colorado, se trata de la Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad en mejor conocida por sus siglas en inglés de ADX o como el “Alcatraz de las Rocosas”.
De acuerdo con la abogada Mariel Colón, en este lugar El Chapo Guzmán si podía establecer comunicación con su mamá, las llamadas telefónicas con ella, con su hermana Bernarda o con alguna de sus hijas no podían durar más allá de 15 minutos cada una.
“Las únicas que lo pueden visitar son sus hijas, pero ellas no viven en (Denver) Colorado así que no lo podían ver todos los meses. En cuanto a llamadas tiene solamente dos llamadas al mes, socialmente, de 15 minutos con su hermana Bernarda y con su madre Consuelo o con las niñas, entonces tiene que decidir si habla con su madre o con las niñas”, explicó en su momento la abogada.