Estudio revela tipos de bullying en escuelas: psicoemocional 58% y físico 38%; niños piden soluciones

Los menores reconocieron que el acoso se manifiesta de forma directa e indirecta a través de las burlas, apodos, golpes, maltratos e insultos

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Los menores coinciden que se
Los menores coinciden que se debe fomentar una cultura de buen trato entre compañeros (Imagen Ilustrativa Infobae)

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, presentó este jueves los resultados de la consulta de “Opiniones sobre la violencia entre pares en primaria y secundaria”, y destacó que niñas, niños y adolescentes consideran que el problema del acoso se puede abordar mediante la cultura del buen trato, así como del cuidado individual y colectivo.

En este ejercicio participaron mil 277 niñas, niños y adolescentes de la Ciudad de México, y de acuerdo con los resultados, el 76.47% de los niños de nivel primaria percibe que puede incidir en la situación de violencia entre sus compañeros, mientras que a nivel secundaria este porcentaje aumenta a 83.82%.

Los menores reconocieron que el acoso se manifiesta de forma directa e indirecta a través de las burlas, apodos, golpes, maltratos e insultos. Por ello, coincidieron que la violencia es un ejercicio que lastima, genera daño y es inaceptable.

Para revertir la situación, los menores consideran que es posible reducir el nivel del acoso escolar si se ponen en práctica acciones que promuevan el buen trato entre sus compañeros.

La violencia entre los menores está vinculada con el color de piel, apariencia (formas de los cuerpos y formas de vestir), discapacidad; orientación sexual, identidad y expresión de género, así como la religión y estatus socioeconómico.

El acoso vulnera sus derechos
El acoso vulnera sus derechos a la educación, salud y a vivir libres de violencia. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este 5 de diciembre tuvo lugar el Encuentro Nacional contra el Acoso Escolar, en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con el propósito de encontrar un nuevo enfoque para la prevención, atención y erradicación del bullying a través de protocolos estatales.

Nashieli Ramírez Hernández sostuvo que este flagelo vulnera sus derechos a la educación, salud y a vivir libres de violencia.

Por su parte, Leticia Remírez, titular de la SEP, subrayó que lo más importante es la dignidad humana, porque es un valor irrenunciable, irrevocable e inviolable para todas las personas del país, lo que implica el reconocimiento y el ejercicio efectivo de los derechos humanos.

Sostuvo que, para generar ambientes escolares que fortalezcan la convivencia pacífica y democrática es necesario que exista un enfoque formativo en el proceso de aprendizaje y enseñanza.

Afirmó que autoridades y maestros son responsables de generar espacios para que niñas, niños, jóvenes y adolescentes se desarrollen en ambientes de confianza que les permitan hablar, escuchar al otro y encontrarse con sus iguales.

Finalmente, recalcó que, tanto en la escuela como en las familias, el diálogo es fundamental y la única solución para cualquier tipo de conflicto; es donde se confrontan ideas y se tiene la posibilidad de tomar decisiones de manera autónoma y reflexiva.

El acoso vulnera sus derechos
El acoso vulnera sus derechos a la educación, salud y a vivir libres de violencia. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según el estudio, los tipos de violencia identificados fueron: 59.84% psicoemocional, 38.41% física y 1.75 sexual.

Se encontró que, algunas niñas, niños y adolescentes consideran que quienes agreden son a su vez víctimas de violencia directa, cultural o estructural y necesitan apoyo.

Sobre las estrategias de atención e intervención que implican dialogar, acordar e informar, el 45.02% consideró llamar a madres y padres para que hablen con las y los niños que generan problemas de acoso.

El 51%.18% respondió que es importante que se hable de bullying para saber qué es. Respecto a lo que se debería hacer, sólo el 2% consideró la revisión de mochilas.

Niños y adolescentes señalaron que es necesario establecer mecanismos de denuncia, además de garantizar acompañamiento a quien ha sido víctima y ha denunciado, así como a quien la ha ejercido.

También dialogar y ayudar a las personas involucradas; garantizar acceso a apoyo profesional; implementar estrategias de atención y prevención: realizar pláticas, campañas, diseñar protocolos y capacitación para el personal docente y directivo; entre otros.

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