¿Señal del fin del mundo? Plagas de langostas invaden el cielo de Mérida, Yucatán

Habitantes de varios puntos de la capital yucateca reportaron el espectáculo pocas veces visto durante la tarde del martes

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Plaga de langostas invadió el cielo de Mérida, Yucatán (X/@lacentralmx_)
Plaga de langostas invadió el cielo de Mérida, Yucatán (X/@lacentralmx_)

¿Es una señal del fin del mundo? Fue lo que pensaron los habitantes de Mérida, Yucatán, cuando voltearon a ver su cielo el martes 5 de diciembre y éste estaba repleto de langostas, lo que causó que el tema rápidamente se volviera viral en redes sociales, así como en los principales buscadores de internet.

De acuerdo a lo que reportaron, el espectáculo habría iniciado en el periférico de la ciudad y de ahí se habría extendido, alcanzando a ser vista en colonias como Chuburna, Villas Oriente, Temozón Norte y la Colonia Gonzalo Guerrero, es decir, las avenidas y calles del centro de Yucatán.

En la misma conversación, muchos yucatecos señalaron que no era la primera vez que se da un fenómeno de este tipo; sin embargo, otros tantos aludieron a temas de apocalipsis y profecías bíblicas, pues conviene recordar que en el Libro del Apocalipsis, en el capítulo 9, se aborda el tema de las plagas de estos animales.

“Y del humo salieron langostas sobre la tierra y se les dio el poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y les fue mandado que no hiciesen daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes (...)”, se puede leer.

En ese mismo pasaje se hace referencia de que las langostas serían semejantes a cabellos de guerra, es decir, que irían en grupo y que sobrevolarían las cabezas de las personas, tal como sucedió en Mérida; no obstante, este fenómeno se conoce como manga de langostas y tiene una explicación.

Ciudadanos de la capital yucateca captaron el momento y lo compartieron en redes sociales (Crédito: X/@theochemmerida)

¿Qué es una manga de langostas?

De acuerdo a varios especialistas, una manga de langostas puede ser definida como una plaga voraz de estos animales que amenaza cultivos, campos de pastoreo o montes naturales dedicados a sectores productivos como la agricultura y la ganadería.

Su presencia en estos lugares puede generar un problema, debido a que son capaces de destruir una cantidad de cultivo equivalente a lo que podrían consumir alrededor de dos mil 500 personas en un día, según explicó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Argentina.

Tal como lo dijeron algunos internautas, se trata de un fenómeno que ya se había presentado recientemente en la entidad peninsular durante 2021, en medio de la pandemia por COVID-19, lo que llevó a Quintana Roo a activar una alerta y monitorear con drones las franjas limítrofes de los dos estados.

En aquella ocasión, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Quintana Roo (Cesaveqroo) alertó que la presencia de las mangas se encontraban en los municipios yucatecos de Tixcocob, Temax y Maxcanu, además de que también se presentaron casos en El Peten, Guatemala.

Mangas de langostas se han presentado también en países de sudamérica (Archivo)
Mangas de langostas se han presentado también en países de sudamérica (Archivo)

Asimismo, se sabe que el clima es lo que influye en el comportamiento de la plaga, debido a que las langostas lo que buscan es tener humedad durante el invierno, principalmente. Estos fenómenos también ocurren en Argentina, Brasil o Uruguay.

En tanto, sobre el legado bíblico, los especialistas explican que su origen es milenario y que siempre se han distinguido por extinguir cultivos, situación que le dado su fama. Además, estos animales tienen la habilidad de cambiar su comportamiento y fisiología en respuesta a cambios en la manga.

“Es una plaga rural, que se convierte en urbana, llegando a pueblos y ciudades en donde persiste el recuerdo de mangas de langostas de la década del 40 del siglo pasado. Es un insecto que no causa daño directo al ser humano ni a los animales y no es vector de ningún tipo de enfermedad”, explica la Senasa argentina.

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