Al grito de “no eran narcojuniors, eran estudiantes”, alumnos de la Universidad Latina de México (ULM) exigieron a las autoridades no criminalizar a los jóvenes que fueron hallados sin vida la tarde del domingo en el municipio de Celaya, Guanajuato.
Vestidos con sus batas blancas los estudiantes realizaron una manifestación al mediodía el martes 5 de diciembre frente a la presidencia municipal de Celaya, en donde exigieron a las autoridades justicia para sus compañeros asesinados así como urgieron a que garanticen la seguridad y bienestar de toda la comunidad.
“Estos compañeros hoy ya no están con nosotros, exigimos justicia para ellos. ¡Que se limpie su nombre!”, dijeron los presentes, quienes llevaban fotografías de las víctimas y cartulinas para expresar diversos mensajes de condena a los hechos de violencia.
Los asistentes aseguraron que los cinco estudiantes identificados como José Eduardo Freire Ortega, Bryan Jesús Amoles Gasca, los hermanos Jesús Virgilio y Fabián Orozco Mateos, su primo Pedro Francisco Mateos Puente, son felices, responsables y no tenían problemas con nadie.
“Eran amigos de mi primito y un sobrino, y la verdad es que son de familias de bien, son niños con valores, niños de casa, niños que iban a estudiar, a formarse, a ser médicos excelentes”, dijo una de las estudiantes entrevistada por Milenio, mientras que otra indicó que “se siente feo que traten de culparlos por de algo de lo que no son culpables”, señaló.
Un nuevo caso de violencia
El nuevo caso de violencia que ha conmocionado en el país fue el hallazgo de cinco estudiantes de Medicina de la ULM, cuyos cuerpos tenían signos de tortura y el tiro de gracia. Sus cadáveres fueron encontrados al interior de un automóvil abandonado en inmediaciones de la Universidad de Guanajuato.
Se trata de José Eduardo Freire Ortega, Bryan Jesús Amoles Gasca, los hermanos Jesús Virgilio y Fabián Orozco Mateos, su primo Pedro Francisco Mateos Puente, así como una sexta víctima cuya identidad aún se desconoce.
Testimonios de familiares señalan que los jóvenes regresaban de una fiesta en la ciudad de Querétaro a la que habían ido en grupo el fin de semana; la última vez que tuvieron contacto con ellos fue el domingo 3 de diciembre a las 14:00 horas, cuando uno de los amigos avisó a familiares que iban llegando a Celaya.
El hallazgo de los cuerpos se realizó alrededor de las 18:30 horas del domingo, cuando el 911 recibió una llamada que alertó sobre cinco cuerpos abandonados en un camino de terracería que va a la comunidad de Santiago de la Cruz, en inmediaciones de la Universidad de Guanajuato campus Celaya.
Se cree que los cuerpos fueron trasladados de otro punto y dejados en el lugar donde fueron hallados, pues en el sitio no se encontraron casquillos percutidos y los vecinos de la zona no escucharon detonaciones.
Horas después, a las 9:30 del lunes 4 de diciembre, se reportó el hallazgo del cuerpo de otro joven sobre el mismo camino que conduce a un balneario. Al igual que los estudiantes, la víctima recibió impactos causados por arma de fuego y tenía huellas visibles de violencia, pero se desconoce si estaba o no junto al grupo.
De acuerdo con Milenio, la FGE analizó la información de sus teléfonos celulares y encontraron que las víctimas estuvieron en las inmediaciones de La Cruz y Santa Rosa de Lima, sin embargo, se desconoce si esto ocurrió antes o después de que fueran asesinados.
Por otro lado, los universitarios aseguraron que están hartos de sobrevivir y sólo quieren entregarles un título de egresados a sus padres, no que ellos tengan que emitir un acta de defunción con sus nombres.
Previo a que iniciara la marcha, una comisión de estudiantes se reunió con el secretario de Gobierno, Jesús Oviedo Herrera, y el alcalde Javier Mendoza Márquez, a quienes les entregaron un pliego petitorio para exigir mayor seguridad. En esa junta también se acordó sostener reuniones anuales con estudiantes para conocer sus necesidades.
Quiénes son las víctimas
Los hermanos Jesús y Fabián Orozco Mateos son hijos de la exregidora del Partido Acción Nacional (PAN) y también exdirectora del DIF Celaya, Fabiola Montes Chavolla, de su unión con el notario Virgilio Jesús Orozco.
Su primo, Pedro Francisco Mateos Puente, también es hijo de un trabajador del gobierno municipal de Celaya en la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Público, JUMAPA.
Las víctimas identificadas asistían a la Universidad Latina de México, en donde cursaban diversas especialidades: Jesús Virgilio y Fabián eran estudiantes de Cirugía y Fase I; su primo Pedro Francisco cursaba Pediatría; en tanto, José Eduardo se encontraba estudiando Pediatría y Brayan se especializaba en Cirugía. Dos de ellos se iban a graduar de la ULM en el 2024.
“Eran amigos de la infancia, me parece muy injusto, se siente una impotencia muy grande. Todos sabemos qué pasa en Celaya y que se necesita mucho más, no se hace y es de hace años”, dijo a Milenio uno de los compañeros de escuela de las víctimas.
Sobre la sexta víctima, la FGE de Guanajuato realiza las investigaciones pertinentes para dar con la identidad del joven. Se desconoce si éste también era estudiante de la ULM.