Las tiendas departamentales del Palacio de Hierro son de las más prestigiosas y longevas del país, abrió sus puertas por primera vez en 1891, en el siglo XIX.
Los primeros dueños fueron los franceses Joseph Tron y Joseph Léatud, quienes, durante la segunda intervención francesa, arribaron a México con la esperanza de tener una nueva oportunidad de vida, décadas después Alberto Bailléres González, en 1961, compraría el emporio.
Historia
La familia Bailléres, Grupo BAL, es propietaria de diferentes empresas con diversos giros en varios sectores de la economía, como el sector minero, petrolero, financiero y taurino.
- Peñoles (empresa del sector minero-metalúrgico) que le genera 112 mil 290 millones de pesos.
- GNP Seguros (protección financiera y servicios de salud) con ganancias de 26 mil 620 millones de pesos.
- Palacio de Hierro (tienda departamental) que genera 18 mil 520 millones de pesos de ganancias.
- Casa de bolsa ValMex
- Empresa Espectáculos Taurinos de México.
En 1995 Alberto Bailléres, el dueño, fue el creador del slogan “Soy Totalmente Palacio”, aún vigente, luego de una renovación estructural de la marca.
Previo a su muerte Bailléres González, heredó a su hijo, Alberto Bailléres Gual el control y administración de los almacenes.
Ganancias del 2022
La empresa cerró el año 2022 a la alza, tuvo ingresos superiores por un 24% en comparación al mismo tiempo en el año anterior.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) reportó que la empresa obtuvo una ganancia de 2 mil 281 millones de dólares en el año anterior.
Actualidad
Actualmente entre tiendas y boutiques, el Palacio de Hierro cuenta con 20 sucursales en la Ciudad de México y el interior de la República, se ubica en ciudades como: Cancún, Durango, Guadalajara, Monterrey, Veracruz y Villahermosa, entre otras. Dentro de cada una se ofrecen productos de hasta 2 mil marcas de lujo.
El origen de su nombre tiene que ver con la construcción del edificio ubicado en el Centro Histórico, pues es una estructura de hierro y acero que se inspiró en otras tiendas departamentales ubicadas en Chicago, Londres, Nueva York o París. Los pobladores de la capital decían que se construía un “palacio de hierro”.