Hace unos días, el expresidente de México Vicente Fox Quesada se refirió, de manera despectiva y misógina, a Mariana Rodríguez, esposa de Samuel García, precandidato a la presidencia de México por el partido Movimiento Ciudadano (MC), cuando la llamó “dama de compañía” por medio de una publicación realizada en la red social X.
Tras esto, Fox fue severamente criticado en redes sociales y, posteriormente, su cuenta de la red social X fue cerrada. El exmandatario dijo que él no había cerrado su cuenta y que no había recibido ningún tipo de aviso de que cerrarían su cuenta.
Sobre este tema habla el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente personal, de este miércoles, titulada La censura a Fox. En ella, señala que lo que pasó con la cuenta del expresidente panista, precisamente fue censura.
En su columna, el periodista califica de “deleznable” la actitud del expresidente. Sin embargo, señala que “en cualquier caso, salvo que haya sido una decisión consensuada con él, lo que se dio, para hablarlo con claridad, fue una censura”.
Explica que esa acción no involucra la denuncia de Movimiento Ciudadano ante el INE por violencia de género, la cuál es justificada, pues su opinión no fue por la actividad política de Rodríguez, sino por ser mujer.
Señala que hay quienes celebran que la cuenta de Fox haya sido cerrada, lo que es una confusión grave por la regresión de las libertades en México, como mostró el World Justice Project en el Índice Global del Estado de Derecho 2023. “No hay nada qué festejar. Parafraseando al activista de izquierda Fernando Belaunzarán, los que ahora vinieron por Fox, mañana vendrán por los demás”,dice Riva Palacio en su texto.
Asegura que las “tentaciones autoritarias” que se viven en México son encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que ha dado origen estrategias de inhibición y previa censura en las mañaneras, “iniciativas para hacer de la crítica al Presidente una actividad criminal, o utilizar de manera tramposa la demanda de violencia de género para impedir que haya rendición de cuentas sobre los políticos, regular en los medios electrónicos la opinión o, como recientemente propuso uno de sus diputados, meter a la cárcel cuatro años a quien no se sepa el Himno Nacional”.
Explica que los aires de censura que se viven en México no son únicos, y tampoco corresponden únicamente a los regímenes totalitarios o autocráticos, y la última víctima de esto en México es Fox, por sus excesos en X.
Asegura que Fox no violó los criterios generales que se tipifican dentro de los límites de la libertad de expresión, pero quedó en medio de un problema de negocios que estaba enfrentando Musk, “quien a mediados de este mes endosó un mensaje antisemita en X sobre “la verdad actual” de lo que el pueblo judío estaba haciendo, que provocó que unas 200 empresas, de acuerdo con documentos internos de la red que vio The New York Times, habían suspendido o estaban considerando cancelar 75 millones de dólares de publicidad como respuesta a la posición del empresario. ¿Fue esa la razón por la que mataron la cuenta de Fox? No lo sabemos, pero X mató un pedazo de libertad de expresión”.
Dice que de ninguna manera esto exonera al expresidente, pero el camino no es quitarle la palabra.