En medio del auge de las redes sociales, un nuevo desafío viral, conocido como el “48 Hour Challenge”, que llamó la atención en plataformas como TikTok. Esta tendencia insta a los participantes a “desaparecer de la faz de la tierra” durante 48 horas, generando inquietud y alarma entre padres, autoridades y comunidades educativas.
El reto consiste en simular una desaparición forzada durante dos días, buscando movilizar a las autoridades. Los jugadores son nominados a través de la red social y, de aceptar el desafío, deben ausentarse de sus hogares, evitando ser vistos o reconocidos por otros, generando una movilización que incluye la emisión de alertas Amber y operativos de búsqueda.
La puntuación en este reto se determina por la cantidad de menciones o publicaciones que se logren sobre la supuesta desaparición del jugador. Sin embargo, lo que inicialmente parece ser el objetivo, obtener notoriedad digital, puede tener consecuencias graves.
Recomendaciones del Consejo Ciudadano
El presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México,, Salvador Guerrero Ciprés, en entrevista con Infobae, advirtió sobre la incertidumbre y riesgos asociados con el reto viral de 48 horas, en el cual adolescentes y niños desaparecen voluntariamente, una práctica que ha generado gran preocupación entre padres y tutores, al poner en juego la seguridad y bienestar de los menores.
Aunque no se dispone de cifras exactas que determinen la magnitud del fenómeno, se reconoce el impacto potencial que estos retos pueden tener en la integridad de los jóvenes y la angustia que causan a sus seres queridos. La preocupación se extiende por diferentes países, incluyendo México, Colombia y Chile, llevando a las escuelas a alertar sobre los peligros inherentes a este desafío.
“Estos desafíos pueden ser peligrosos e incluso mortales. Un menor desaparecido puede enfrentarse a situaciones extremas como accidentes, secuestros o extorsiones, sumergiendo a su familia en el caos y movilizando recursos de emergencia sin necesidad, aseguró el presidente del Consejo Ciudadano.
Buscan reconocimiento
La preocupación se centra en la posibilidad de que los retos virales propicien la ausencia voluntaria de jóvenes, quienes buscan ganar reconocimiento dentro de sus comunidades digitales o físicas, incluso valorando como éxito el desencadenamiento de alertas como ámbar, roja o amarilla.
Guerrero Ciprés subrayó la importancia de un enfoque preventivo respaldado no sólo por el Gobierno y autoridades educativas, sino también por la participación activa y consciente de los padres en la educación digital y emocional de sus hijos. Resaltó que, sin la colaboración familiar y educativa, persisten las vulnerabilidades que hacen a los jóvenes susceptibles a estos y otros peligros, incluyendo el reclutamiento delictivo o la trata de personas.
Ante la magnitud del desafío y el uso extensivo de dispositivos móviles —con jóvenes dedicando hasta seis horas diarias al celular—, el Consejo Ciudadano hace un llamado a una conexión más emotiva y consciente entre padres e hijos. “Las recomendaciones, como medidas de prevención, es ajustar las configuraciones de privacidad, aprovechar las opciones de sincronización familiar y limitar las descargas de contenido en plataformas como TikTok”.
Recalcó que es importante la necesidad de implementar reglas claras sobre el uso de celulares tanto en el ambiente escolar como en el hogar para reducir la exposición a riesgos.
Ofrece apoyo de primeros auxilios psicológicos
El Consejo Ciudadano también ofrece apoyo y primeros auxilios psicológicos, de manera gratuita y disponible 24/7 para todo el país, enfatizando la importancia de la atención psicoemocional. “El apoyo profesional es vital para auxiliar a los jóvenes y sus familias en épocas difíciles y cambios significativos como la adolescencia o el envejecimiento.
Guerrero Ciprés reiteró la gravedad de los retos virales, “pueden ser incluso mortales, por lo que es imperativo mantener una comunicación asertiva y efectiva con los jóvenes para fijar límites y reglas claras, tanto en el ámbito digital como en el real”.
La concientización sobre los peligros de estos desafíos y el fomento de un entorno de diálogo y orientación familiar se convierten en pilares clave para mitigar estos riesgos.