A pesar de coincidir en algunos votos en la Sala Superior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y ser señalados como afines al gobierno federal, Loretta Ortiz Ahlf y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea se han enfrascado en una serie de declaraciones desde el pasado fin de semana sobre quién dejó o tiene más asuntos pendientes por resolver en el máximo tribunal del país.
La ministra es una de las más recientes incorporaciones de la SCJN, lo cual le ha valido ser criticada por presuntamente avalar las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debido a que fue él quien la propuso para el cargo que dejó vacante el ministro en retiro Fernando Franco González Salas, aunado a que fue diputada federal por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
¿Cuál es la trayectoria de Ortiz Ahlf?
Ortiz Ahlf es licenciada en Derecho por la Escuela Libre de Derecho, además cuenta con una maestría en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana y un doctorado en Derechos Humanos y Derecho Comunitario Europeo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España.
La mayor parte de su trayectoria la desarrolló como docente en las instituciones donde cursó el grado de licenciatura y maestría. Además, desde 1985 es miembro de la Barra Mexicana de Abogados.
A la par de su actividad académica, la ahora ministra también tuvo actividad política puesto que se desempeñó como investigadora del consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), además de asesora en la Dirección General Adjunta del Banco de México (Banxico) y directora Jurídica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Su mayor salto en la política nacional lo dio en 2012 cuando fue electa como diputada federal por el Partido del Trabajo (PT). También fue integrante del Grupo Redactor de la Constitución Política de la Ciudad de México y consejera de la Judicatura Federal, así como miembro fundador de Morena.
Previo a su paso al máximo tribunal del país, Ortiz protagonizó una polémica cuando fue designada como coordinadora de los Foros de Pacificación debido a que muchos consideraron que no era lo necesario para frenar el aumento de violencia en el país, aunado a que confirmó la presencia del papa Francisco.
Así inició la guerra de declaraciones
Todo comenzó cuando la ministra confesó que el expresidente del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) habría dejado, por lo menos, 170 asuntos sin resolver, luego de que renunció a su cargo para sumarse al proyecto de la precandidata a la Presidencia de la República.
“Según me he enterado sí son muchos...170 asuntos”
Ante esto, el ministro en retiro utilizó su cuenta de X, antes Twitter, para desmentir la declaración en su contra y dar a conocer que a su ponencia fueron remitidos 411 asuntos, 102 más que el ministro que lo sigue en asignaciones, por lo que dejó 29 asuntos con proyecto de resolución, siete de éstos estaban previstos para sesionarse el pasado 22 de noviembre, lo cual no se realizó debido a que la ministra Ortiz cambió de adscripción.
Zaldívar refirió que, tras el cambio de sala, la ministra dejó 14 casos más pendientes de los que dejó a su renuncia, por lo que aseguró “categóricamente” que concluyó su encargo con “la satisfacción del deber cumplido”.
Ante la respuesta de Zaldívar, Loretta Ortiz reviró y señaló que debido al cambio de adscripción dejó sólo 32 asuntos sin proyecto; mientras que el ministro en retiro habría dejado 148 asuntos pendientes de proyecto.
“(...), por lo tanto, el ministro tenía 148 asuntos pendientes de proyecto. Es así que a la fecha de mi cambio de sala no dejé 14 expedientes más que el ministro, sino 116 menos”, se pudo leer.