¿Qué tan benéfico es beber agua gasificada?

Ante el creciente desprestigio de los refrescos y las bebidas azucaradas por sus efectos negativos para la salud, más allá de que fomentan la obesidad, los consumidores buscan alternativas para sustituirlas

ARCHIVO - El agua mineral gasificada sirve no solo para saciar la sed, sino también para cocinar. Foto: Christoph Schmidt/dpa

Ante el creciente desprestigio de los refrescos y las bebidas azucaradas por sus efectos negativos para la salud, más allá de que fomentan la obesidad, los consumidores buscan alternativas para sustituirlas.

En los últimos años el agua con gas, agua carbonatada o agua mineral, los “tehuacanes”, han ganado popularidad, una alternativa saludable respecto a otras bebidas disponibles en el mercado.

Beneficios de beberla

En 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó la necesidad de promover el consumo de productos altamente mineralizados, ya que ayuda a conseguir el aporte de las necesidades nutricionales de estos ingredientes. El agua con gas cumple con creces tal recomendación.

Aquí algunas razones para su consumo:

  • Su efervescencia. Permite que sea más refrescante y ayuda a saciar la sed.
  • Aporta nutrientes. El agua con gas incluye minerales como el calcio, el potasio, el magnesio, el cloro, el sodio y el litio.
  • Facilita la digestión. Estimula la secreción de jugos gástricos y mejora el peristaltismo intestinal, es decir, el movimiento de los intestinos.
  • Sensación de saciedad. Las burbujas del agua con gas contribuyen a calmar el apetito.
  • Alternativa saludable. Cuenta con burbujas similares a las de los refrescos, pero no tiene azúcares añadidos y no engorda.
  • Combinar con alimentos. Se puede tomar acompañada de cítricos, como limón y naranja, y otras frutas, como moras o frambuesas, para darle sabor.
  • Mejora el perfil lipídico. Aumenta el pH del estómago y disminuye la liberación de bilis en el intestino.
  • Mejora la glucemia en la sangre. Los electrolitos del agua con gas regulan el nivel de azúcar en sangre y ayudan al transporte de nutrientes en el organismo.
  • Combate la inflamación corporal. Los electrolitos de esta bebida también ayudan a eliminar desechos y a que músculos, órganos y nervios funcionen correctamente.
  • Hidrata el organismo: El agua, con o sin gas, ayuda a cubrir las necesidades de hidratación del cuerpo.
  • No perjudica la salud ósea o dental. No erosiona los huesos, los refrescos azucarados sí pueden influir negativamente en el nivel de densidad ósea; el potencial de erosión dental del agua con o sin gas es cien veces inferior al de los refrescos.
  • Función urinaria y prevención de cálculos renales. Puede prevenir la formación de cálculos renales. El contenido de bicarbonato y el aumento de la carga alcalina y el pH urinario evitaría las agregaciones de oxalato de calcio.
  • Salud metabólica. Ayuda a reducir el riesgo cardiovascular y el síndrome metabólico y prevenir la hipertensión, gracias al efecto alcalino y al aporte de magnesio o calcio.
Agua gasificada. (Foto: Captura)

Consecuencias de su consumo

El exceso en el consumo de agua con gas puede ser perjudicial para la salud, sobre todo en todas aquellas personas con problemas en el aparato digestivo.

  • Aumenta la hinchazón de estómago.
  • Incrementa la presencia de gases.
  • Agrava los síntomas de dolores gastrointestinales.
  • Puede provocar reflujo gastroesofágico.