¿No brindan aporte nutricional? Ésta es la verdad sobre el consumo de cereales procesados

En primera instancia “cereal” no son solo los productos de hojuelas de maíz o arroz inflado que se venden en caja; se ofrece la idea de que desayunar o cenar cereal comercial diariamente es un hábito saludable

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Granola. Delicious breakfast on the table
Granola. Delicious breakfast on the table

En los últimos años, a través de la publicidad se ha promovido el consumo masivo de cereales comerciales ultraprocesados como un hábito saludable.

Especialistas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) señalan la necesidad de especificar, en primera instancia, que “cereal” no son solo los productos de hojuelas de maíz o arroz inflado que se venden en caja.

Más variedad

Son cereales todos aquellos granos como la avena, cebada y trigo, que pueden encontrarse con o sin cascarilla o en forma integral, algunos de estos están incluidos, después de mucho procesamiento, en los “cereales” de caja.

El CIAD refiere que a través de los medios de comunicación, se ofrece la idea de que desayunar o cenar cereal comercial diariamente es un hábito saludable, que puede favorecer al control de peso y que, incluso, puede representar un aperitivo entre comidas o como postre, situación que dista de ser cierto, advierten los científicos.

Cajas de cereales en un estante.
EFE/ Miguel Gutiérrez
Cajas de cereales en un estante. EFE/ Miguel Gutiérrez

Falsa aportación nutricional

Los cereales comerciales suelen caracterizarse por su alto contenido calórico, en particular por su gran aporte de azúcares y bajo o nulo contenido de fibra dietética, aunque sean promovidos con propaganda de “adicionados con vitaminas, minerales, proteínas y fibra”, no brindan un aporte nutricional adecuado de proteína y fibra dietética; de hecho, tienen más fibra los frijoles y la fruta.

El organismo también destaca que sin pretender satanizarlos, los cereales de éste tipo no deben ser la base de la alimentación de las personas, sino que pueden formar parte de una alimentación donde haya frutas, verduras, proteína animal y leguminosas; si el desayuno o la cena se basa únicamente es un platillo incompleto.

Por lo anterior, es recomendable tener una dieta equilibrada que se conforme de la siguiente forma:

  • Frutas y verduras.
  • Aceites y grasas saludables.
  • Alimentos de origen animal.
  • Leguminosas.
  • Cereales granos y tubérculos.
  • Agua.

Es importante que la primera opción no sea ofrecer dichos productos, sino cereales como avena integral, cebada o mezcla de granos con frutos secos (granola sin azúcar), y mezclada con fruta fresca en trozos, como manzana o plátano, además de la leche.

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