En redes sociales se hizo viral el video donde la luchadora Daniela López Mejía alzó la voz para denunciar a su esposo quien le propinó una golpiza que puso en riesgo su salud y la de su familia.
Las imágenes muestran el rostro de Daniela completamente hinchado, con el ojo morado y con evidente dificultad de visibilización. En su material indicó que ya levantó la denuncia en la Subprocuraduría de Justicia Alternativa de Unidad de Atención Temprana de Cabo San Lucas, Baja California Sur, en contra de su agresor a quien acusa de violencia familiar.
Con el comentario: “estas cosas sí pasa, no las normalicemos”, la exseleccionada mexicana publicó en sus redes sociales el evento que pasó al lado del padre de su hija a quien no le importó que ella estuviera ahí cuando agredió a la atleta.
Identifican al agresor
De acuerdo con las propias palabras de Daniela López, su esposo es un peleador profesional de artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés), se le identifica con el nombre de Luis “N” y es el propietario del gimnasio Consciencia Muay Thai Boxeo y MMA, además de formar parte de la México Combate League.
Daniela López narra lo sucedido
Pese a que se trata de una mujer que ha practicado autodefensa, no logró evitar el ataque de su pareja pues, de acuerdo con sus palabras, “estaba muy asustada, no sabía qué hacer, cómo reaccionar”.
Sin embargo, luego de pedir auxilio y ser llevada a emergencias, la atleta tuvo el valor de compartir en su perfil de Instagram todo lo que vivió en compañía de su pareja. Con las evidentes muestras del ataque, indicó que los doctores le dieron un alentador diagnóstico pues no había sufrido fracturas en el ojo, por lo que su vista no corría peligro: “mi ojo está bien, solo esperar a que baje la inflamación y el dolor”.
Además del video donde habla sobre lo sucedido, Daniela Mejía compartió una serie de fotografías en donde muestra el daño que causó la golpiza y las acompañó con un mensaje de agradecimiento a quienes le han mostrado su apoyo.
“Nunca pensé que esto me fuera a pasar a mi, pero me paso es real. Lo que me hizo es inhumano, no le importo que mi hija estuviera ahí! Me dijo tirada y lo último que me dijo era que eso era lo que yo me merecía”.