Enclavado en las montañas de Michoacán, México, se encuentra Tlalpujahua, un pintoresco pueblo que ha ganado renombre como el “Pueblo de la Eterna Navidad”. Esta designación no es solo un título, sino una expresión de la identidad y la tradición arraigadas en este rincón mágico del país.
Tlalpujahua se ha ganado su reputación gracias a la artesanía única que llena sus calles durante la temporada navideña. Es reconocido como uno de los principales productores de esferas navideñas en México.
La tradición comenzó en la década de 1960 cuando, después de una crisis en la industria minera local, los habitantes del pueblo buscaron nuevas formas de sustento. Fue entonces cuando decidieron dedicarse a la fabricación de esferas navideñas, convirtiéndose en una tradición que ha perdurado y florecido hasta hoy.
La creación de estas esferas es un arte en sí mismo. Los artesanos locales utilizan técnicas transmitidas de generación en generación para elaborar esferas ornamentales de alta calidad. El vidrio soplado y la meticulosa decoración a mano dan como resultado piezas únicas y hermosas que adornan hogares y árboles navideños en todo México y más allá.
Para aquellos que buscan sumergirse en el espíritu navideño, Tlalpujahua ofrece una experiencia única. Durante la temporada navideña, las calles se iluminan con luces festivas y decoraciones que transforman el pueblo en un verdadero paraíso invernal. Pasear por sus calles adoquinadas impregnadas de aroma a pino y especias navideñas es sumergirse en un cuento de hadas.
Además de la magia navideña, Tlalpujahua cuenta con otras atracciones. Su arquitectura colonial, la Parroquia de San Pedro y San Pablo, y las minas históricas son solo algunos de los puntos de interés que ofrecen una visión más completa de la rica historia y cultura del pueblo.
En resumen, Tlalpujahua se erige como un verdadero tesoro mexicano durante la Navidad. Su tradición artesanal, la belleza de sus calles iluminadas y la calidez de su gente hacen de este pueblo un destino único para aquellos que buscan sumergirse en el espíritu festivo. Un viaje a Tlalpujahua es más que una visita; es una experiencia encantadora que dejará huella en el corazón de quienes lo exploran.
¿Cómo visitarlo?
Visitar Tlalpujahua durante la temporada navideña es una experiencia que vale la pena. Para llegar, se puede tomar un autobús desde la Ciudad de México o ciudades cercanas hasta El Oro, desde donde se toma un taxi o un transporte local hacia Tlalpujahua. Aquellos que prefieren conducir pueden disfrutar de un pintoresco viaje por carretera desde la Ciudad de México.