Menores de entre 14 y 16 años están siendo utilizados por organizaciones criminales para traficar drogas y personas a través de la frontera entre México y Estados Unidos; se les conoce como “Niños Circuito”, informó el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) de Chihuahua.
La titular del organismo, Margarita Blackaller Prieto, no precisó el número de menores reclutados por el narco del estado; sin embargo, precisó que suelen aprovecharse de la falta de oportunidades y el interés de los pequeños por llevar un poco de dinero a casa y mantener una vida de “lujos”.
En rueda de prensa la funcionaria indicó que las principales actividades en las que se ha detectado a los “Niños Circuito” están relacionadas con labores de halconeo, venta de estupefacientes y cruce de personas a través de la frontera.
Agregó que algunos menores trabajan de manera voluntaria por los grupos criminales que dominan la zona fronteriza; empero, otros tantos son obligados con amenazas e intimidaciones a transportar drogas y migrantes.
Conviene señalar que las penas por traficar personas en Estados Unidos pueden ser de hasta 15 años de prisión; sin embargo, estas no suelen incluir a los menores de edad, quienes al ser detenidos suelen ser liberados de manera casi inmediata, de ahí que los grupos criminales busquen a niños y adolescentes.
La mayoría de las colonias donde se detectó la presencia de los “Niños Circuito” fue en las periferias de Ciudad Juárez, uno de los mayores cruces fronterizos con Estados Unidos y también donde se encuentra una de las principales rutas para el tráfico de drogas.
Son jóvenes que luego el crimen organizado u otras redes de delincuencia les detectan y les dan esa oportunidad de general algún ingreso, cruzando la frontera llevando y trayendo a personas diarias y estupefacientes”, indicó Blackaller Prieto.
Miles de niños y niñas vinculados al narco
De acuerdo con el informe 2020 de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) entre 30 y 40 mil niños habían sido reclutados por el crimen organizado en el país, la mayoría de ellos utilizados como halcones, pero que con el paso de los meses y la ilusión de conseguir poder y dinero se convierten rápidamente en sicarios y vendedores de droga al menudeo.
A las estimaciones de la Redim se suman los 250 mil menores de edad que se encuentran en situación de una o más vulnerabilidades y tienen una alta probabilidad de sumarse a las filas del crimen organizado, según un reporte de la UNAM.
”Esta Situación es un tema muy desconocido para muchas personas y muy conocido para otras; pero es importante posicionarlo para que se sepa esto que está sucediendo y así detectar los factores de riesgo que lo están originando, desde temas familiares, laborales o de vivienda”, señaló Blackaller.
Algunos menores no usan las armas -pero las autoridades del SIPINNA recalcan que trabajando con grupos criminales el paso a convertirse en sicarios es muy corto-, prefieren cobrar hasta 100 dólares por cada migrante que ayudan a cruzar la frontera, donde las cuotas son de dos mil dólares y las ganancias se los quedan los narcos que también controlan el negocio de la migración.
Se trata de un fenómeno que se presenta desde Tamaulipas hasta Baja California, un negocio que deja miles -si no es que millones- de dólares al año y que en Chihuahua definieron con “Niños Circuito”, pues los menores cruzan una o dos veces por semana de México a Estados Unidos llevando una “carga” de migrantes y entre ellos, a veces, escondidas también dosis de droga; un trabajo que usan para comprar ropa de marca, celulares y a veces las mismas drogas que trafican.