Existen diferentes versiones sobre lo que sucedió en territorio mexicano antes de la llegada de los españoles, pues casi toda la documentación de entonces fue destruida, por eso hoy existen muchos mitos detrás de lo que fue el llamado tesoro de Moctezuma.
¿Cómo inició el mito del tesoro de Moctezuma?
La primera vez que se habló de que el tlatoani de Tenochtitlán tendría en sus manos un lugar en donde guardaba miles de piezas de oro, fue cuando Cristóbal Colón visitó “las Indias”, su errónea idea de América.
Él dijo a la corona española que sí encontró mucho oro en las tierras a las que llegó, por lo que Hernán Cortés fue con el propósito de llevar ese botín a España y, además, conquistar el territorio que habían “descubierto”.
Desde que Cortés comenzó a comunicarse con la gente que encontró en Veracruz, se enteró que la ciudad donde se concretaba el poder era Tenochtitlán, así que viajó -cruzándose con decenas de obstáculos- hacia este lugar.
En su camino, escuchó cómo hablaban de Moctezuma, un hombre al que respetaban o le tenían miedo, así que el emperador se volvió su objetivo. A los pocos días, el tlatoani ya sabía de la existencia de los españoles, así que les envió un primer regalo, con el que, según los conquistadores, intentaba darles la bienvenida de la mejor forma.
Con esto, confirmaron su teoría de que Moctezuma tenía un tesoro. Y es que, según relató Fray Francisco de Aguilar en Relación breve de la conquista de la Nueva España, con lo primero que el gobernador los hizo conscientes de su riqueza, fue con muchos obsequios hechos con oro, además de collares. Esto se repitió según se acercaban a Tenochtitlán.
Según Bernal Díaz del Castillo, en los primeros seis días que supieron del tlatoani, éste les hizo llegar más de 16 mil pesos en “joyezuelas de oro”. Los conquistadores estaban muy sorprendidos por lo mucho que les dio en tan poco tiempo y si conocerlos.
El momento en que Hernán Cortés pensó que encontró el tesoro de Moctezuma
En los relatos que dejaron los españoles, mencionan que una de las primeras cosas que hicieron cuando llegaron a la construcción en que Moctezuma les dio alojamiento, es decir, al Palacio de Axayácatl, se dieron a la tarea a buscar la habitación donde estaba el tesoro del tlatoani, es decir, dieron por hecho que sí existía un espacio destinado para guardar las joyas y de ahí las sacaban cada que les enviaban un regalo.
Sí dieron con tal “tesoro”, pero no pertenecía tal cual a Moctezuma, sino a su fallecido padre, Axayácatl. En una recámara que era utilizada como bodega, se habían guardado las pertenencias del antiguo emperador, por lo que sí había cosas hechas con oro y piedras preciosas.
Poco después, fueron al palacio del entonces tlatoani y buscaron una habitación similar, también la encontraron y saquearon todo lo que les parecía importante y que veían dorado.
¿Dónde está el llamado “tesoro de Moctezuma”?
Bernal Díaz del Castillo escribió que el tesoro “desapareció” por culpa de Cuauhtémoc -quien tomó el gobierno de Tenochtitlan después de Moctezuma-, porque él agarró todo lo que ellos habían saqueado y lo habría aventado al agua cuatro días antes del momento en que ellos planeaban irse de México.
Hernán Cortés mandó a torturarlo hasta decir dónde podían encontrar otro tesoro o que les dijera dónde estaba el de Moctezuma, a lo que él siempre dijo que todo lo que ellos se habían robado era lo que tenían y todo había sido arrojado al agua.
Díaz del Castillo dijo que habían fundido todo el oro y lo convirtieron en barras, medían tres dedos de ancho y en total eran aproximadamente 383 mil pesos de oro. Cortés mandó a los mejores nadadores a buscar los tejos en la laguna, pero nunca los hallaron.
Hasta 2020 se confirmó que sí existieron tales barras, pues se reveló que la que encontraron en 1981 cerca de la Alameda Central correspondió a las características que dio Bernal, pero sólo hay una, por tanto, se desconoce qué tan real es que existieron más y que fueron arrojadas al agua.