Una llamada de emergencia para reportar a una supuesta mujer herida terminó con el aseguramiento de una tigresa de bengala en la ciudad de Zapopán, en el estado de Jalisco.
De acuerdo con el gobierno municipal, el hallazgo se dio este 23 de noviembre cuando los uniformados se dirigieron a una vivienda situada en las calles Pez Austral y Virgen, en la colonia Las Arboledas.
A su llegada, entrevistaron a la moradora, una mujer de 42 años, que afirmó estar en buen estado de salud. Sin embargo, durante la inspección, los oficiales se percataron del sonido de rugidos que provenían de la propiedad, lo que los llevó al descubrimiento de la felina en cautiverio.
La tigresa de tres años de edad, de nombre “Kiara”, se encontraba en un hábitat improvisado en el patio de la vivienda, enjaulada con malla ciclónica, lo que representaba un riesgo tanto para los residentes como para el animal.
Si bien la involucrada aseveró contar con documentación expedida por Zoo Green Fauna Internacional, pero no poseía el permiso de la SEMARNAT ante la falta de un espacio adecuado que cumpla con las disposiciones de ley para el manejo y conservación de fauna silvestre, lo podría ser considerado como maltrato animal, por lo que se solicitó ayuda la unidad especializada para su aseguramiento.
Al respecto, los vecinos de la zona expresaron su alivio por la intervención policial, pues existía preocupación ante la posibilidad de que la felina escapara.
Por su parte, Kiara, que puede vivir de 20 a 26 años y medir de 1.4 a 2.8 metros de longitud corporal, fue trasladada a la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), zoológico Villa Fantasía.
La directora de Protección Animal Zapopan, Yamile Lofte, indicó que la tigresa no mostraba signos de maltrato ni lesiones y se encontraba “en perfectas condiciones de salud”.
No obstante, resaltó que especies como los tigres de bengala, que tienen un hábitat en bosques tropicales y están en riesgo de extinción, no deben considerarse mascotas.
“Como mínimo, debe estar en un espacio de aproximadamente 300 metros cuadrados. Debe tener una jaula que la contenga, que sea techada y que, además, tenga un dormitorio y se cuente con un espacio en donde se pueda realizar un procedimiento médico de ser necesario”
Hasta el momento no se ha dado a conocer si las personas que tenían a la ejemplar recibirán algún tipo de multa. Incluso, el futuro del animal aún es incierto, y depende de si los dueños pueden cumplir con los requisitos legales para garantizar un hábitat apropiado.
“Para recuperarla, los dueños deberán presentar un permiso otorgado por Semarnat. Una vez que te entregan este permiso el propietario deberá contar con manuales de seguridad sobre qué pasaría si el animal se escapara, si el animal tuviera un daño o alguna de las personas que lo manejan sufrieran un daño; son varios pasos que deben seguir para poder tener de manera legal este tipo de animales”, apuntó la funcionaria.
El mercano negro de felinos exóticos
Antonio Franyuti, director de la organización civil ANIMAL HEROES, ha señalado que se reciben constantemente denuncias sobre la tenencia de felinos exóticos en predios particulares donde no viven en las mejores condiciones, tanto por el espacio como por situaciones crueles.
Afirmó que se pueden conseguir fácilmente a través de sitios web y redes sociales; además de que se venden sin siquiera saber si el comprador podrá mantenerlos por el resto de su vida.
“Un ejemplo es cuando las personas, con tal de proteger sus pertenencias y su propia integridad física, mutilan a los felinos silvestres que tienen como mascotas, cortándoles las falanges para evitar que tengan garras o les quitan los colmillos para protegerse en cierto grado de una mordida”
“Pasando de ser una mascota, a ser un preso sin posibilidad de un correcto esparcimiento o enriquecimiento ambiental. Además, mantener felinos silvestres como mascotas es un peligro constante”, subrayó.
En abril de 2022 el Congreso aprobó el dictamen que prohíbe la posesión de grandes felinos y otros animales silvestres como mascotas.
Esta reforma a la Ley General de Vida Silvestre busca impedir que se adquieran cachorros de tigre, león, jaguar o pantera y poner un alto a su encierro, maltrato, abandono y accidentes, situaciones en que suelen acabar este tipo de casos.