El Sistema Cutzamala que surte de agua al Valle de México se encuentra en su punto más bajo, la peor crisis de la historia. La falta de lluvias ha provocado que las presas que lo abastecen se encuentren en sus puntos mínimo.
Es un sistema hídrico con 41 años de funcionamiento, infraestructura para el almacenamiento, conducción, potabilización y distribución de agua.
¿Estrés hídrico?
Dicho concepto se refiere a cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad. Es impulsado por el crecimiento demográfico y económico, así como por el cambio climático y la degradación de los ecosistemas.
Uno de los aspectos más preocupantes de la crisis del agua radica en que quienes menos pueden pagar el acceso al agua, desembolsan un porcentaje alto de sus ingresos para adquirirla. Por ejemplo, un hogar que no tiene el servicio de agua potable tiene que gastar en agua embotellada y pipas para satisfacer sus necesidades de consumo.
En México, el artículo 27 constitucional establece que el agua es un bien de la nación y confiere al Ejecutivo su administración, sin embargo, las fuentes locales se encuentran sobreexplotadas, fenómeno que obliga a traer el agua de cuencas lejanas, lo que implica un costo elevado, mismo que no se ve reflejado en la tarifa de agua que pagan los capitalinos.
Emergencia a la vista
Recientemente la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) inició medidas de reducción de los bombeos de 12.5 metros cúbicos por segundo a 9.2, lo que significa una reducción del 25% en el caudal que abastece a toda la zona metropolitana de la Ciudad de México (CDMX).
México se encuentra en un estado de emergencia por sequía, desde julio de 2022, prácticamente el 80 por ciento del territorio nacional sufre estrés hídrico, situación que podría prolongarse indefinidamente dejando sin el vital líquido a millones de personas; uno de cada cuatro habitantes ya sufre las consecuencias de la falta de agua.
16 municipios del Estado de México y 12 alcaldías de la capital del país ya padecen los estragos por las reducciones en el suministro, de seguir así, corren el riesgo de quedarse sin agua en pocos meses.
Ante el drástico panorama, el gobierno federal anunció que invertirá mil millones de pesos y la inauguración de la planta potabilizadora de la Presa Madín, en Atizapán de Zaragoza, dicho embalse repartirá por mitad al Estado de México y a la CDMX.
No obstante, es importante tomar con seriedad éste problema, dar soluciones, hacer acciones y no usar como “arma” política dicha situación, porque gobiernos van y vienen, de todos los colores, pero la situación empeora; la población es quien paga la falta de compromiso y sus mentiras.