¿Qué son las cuotas arcoíris y cuál es su importancia en las elecciones?

La comunidad LGBT+ en México ha luchado desde hace años por ocupar cada vez más espacios en la política, logrando que las autoridades electorales implementen medidas para garantizar sus derechos a votar y ser votades para todos los cargos en el gobierno a nivel local, estatal y federal.

Por ello, en los recientes procesos electorales se han implementado las llamadas cuotas arcoíris para garantizar que integrantes de la comunidad LGBT+ sean candidatos a diversos cargos, ya sea por partidos o por la vía independiente.

Actualmente hay diputados locales y federales que abiertamente son de la comunidad LGBT+; sin embargo, este año han aumentado el registro de personas de la misma comunidad para ser precandidatos a diputaciones, alcaldes y senadurías, entre otros cargos.

No obstante, el colectivo Yaaj, dedicado a la defensa y promoción de las poblaciones sexo-diversas aún se enfrentan a una discriminación institucionalizada y social, tanto para competir por un cargo como para votar en las elecciones.

Esto debido a que no son electos para competir u ocupar un cargo, por tener “una orientación sexual o una identidad de género diferente a aquella que la norma social considera aceptable”, así como situaciones en las que se les pide “quitarse la peluca” para ejercer su voto, en el caso de que las personas trans aún no tengan su credencial actualizada.

En un boletín publicado en su página de internet, el colectivo puntualizó que las cuotas arcoíris “son necesarias y urgentes”, porque solo las personas integrantes de este sector de la población pueden entender lo que es el tener que abandonar la escuela porque te corrieron de tu casa cuando diste a conocer tu orientación sexual o identidad de género no normativa.

“Y que al no concluir tu preparación académica se te hizo más complicado conseguir un trabajo digno como lo marca la Constitución y que por supuesto, sin ese trabajo no pudiste acceder a una vivienda digna o que al salir a la calle alguien se dejó llevar por todos los discursos de odio que escuchó incluso de representantes populares y decidió “corregirte” con una golpiza”, se lee en el portal.

Destacó que mientras se les siga tratando como minoría y se les den los cargos a quiénes propagan y atiendan nuestros temas, se sigue mandando el mensaje a la sociedad de que no son “normales” y que no tendrían porqué estar ahí.

“Este es el momento de normalizar lo que es normal, de que las autoridades cumplan con sus obligaciones constitucionales y hagan lo que les toca para revertir los efectos de esa discriminación histórica hacia nuestra población y que se nos garanticen los espacios que por derecho nos corresponden”, concluyó.