Por qué se dice que el Calupoh es el perro-lobo mexicano

Dentro del territorio mexicano existen varias razas de perro que representan al país, como lo es el Xoloitzcuintle o el Chihuahua, sin embargo, existe otro tipo de canino al que se le conoce como Calupoh, también reconocido como el perro - lobo mexicano.

El calupoh es una raza canina híbrida nativa de México, es el resultado del cruce entre el lobo gris mexicano y un perro doméstico. Comúnmente se cree que esta raza existe desde la época prehispánica, es decir, cuando los pueblos mesoamericanos criaban a los lobos como perros de caza y de guardia.

Este tipo de animal posee un tamaño entre mediano y grande, cuenta con una altura de entre 62 y 75 centímetros en el caso de los machos, y entre 58 y 70 centímetros para las hembras. El perro lobo mexicano, una especie única y cautivador. Posee una figura musculosa y una cabeza triangular que se realza con orejas erecta. Su pelaje es corto y denso, sin embargo, puede deslumbrar en tonos como el negro profundo, el ahumado sutil, el blanco puro o el plateado resplandeciente.

Este canino, inteligente y adaptable, se posiciona como un compañero ideal para una familia, conocido por su lealtad y afecto incondicional. A pesar de su vigor, el perro lobo mexicano no es inmune a ciertas condiciones de salud. La displasia de cadera y la enfermedad de Von Willebrand representan desafíos que demandan atención y cuidado especial para mantener su bienestar.

La historia ancestral de esta raza se remonta a la época prehispánica, cuando los pueblos mesoamericanos, incluyendo a los aztecas, mayas y toltecas, los criaban como animales de caza y guardianes.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, estos ejemplares fueron perseguidos y casi exterminados, pero, algunos mestizos domésticos lograron escapar, preservando así la esencia de la raza. Estos sobrevivientes fueron conocidos como calupoh y mantuvieron viva la herencia canina.

El rescate y la preservación del perro lobo mexicano fueron labores arduas emprendidas por un grupo de criadores mexicanos en la década de 1980. Establecieron estándares rigurosos para la crianza, reviviendo así una raza que había comenzado a declinar en el siglo XX. A pesar de su rareza y su singularidad, la fascinación ha atraído a más personas interesadas en esta noble raza, tanto dentro como fuera de la República Mexicana.

Adoptar un perro lobo mexicano conlleva una responsabilidad considerable. El ejercicio regular y la socialización son fundamentales para su bienestar físico y emocional.

En el México prehispánico los perros eran considerados compañeros de los difuntos en su camino de la vida hacia la muerte, razón por la cual el xoloitzcuintle es la raza a la que se le atribuyó dicha acción, de acuerdo con la información proporcionada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dichos mamíferos se caracterizan y diferencian de otras razas por su ausencia de pelo, lo que se debe a una mutación, provocando que el crecimiento y desarrollo de la capa llamada ectodermo, en el estado embrionario, de la que derivan los dientes, tejido nervioso, piel, huesos y otras partes, no se desarrolle bien.