El imperio criminal que levantaron Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada no se hubiera logrado sin una amplia red de empresas dedicadas a lavar el dinero sucio que ingresaba al Cártel de Sinaloa por el tráfico de drogas; entre ellas, destacaba un “modesto” centro comercial ubicado en las periferias de Culiacán pero que era fundamental para la organización criminal.
Sobre el número 3125 del Boulevard Emiliano Zapata, en la colonia Lomas del Boulevard, se levanta una pequeña edificación de dos pisos de altura que alberga restaurantes, dos casas de empeño, consultorios, una barbería y un casino que en su fachada lleva impresa la leyenda “Tenemos todo para que te diviertas seguro”.
Ese centro comercial -pintado de rojo y color crema- fue incluido en la lista de 94 empresas utilizadas por el Cártel de Sinaloa para lavar dinero, según un informe de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) después de una investigación que inició en 2007 y fue presentado en 2014, luego de la recaptura de El Chapo Guzmán.
La lista incluía empresas ganaderas, de turismo, gasolineras, casas de empeño, restaurantes, inmobiliarias, un parque acuático, una escuela de aviación, una guardería, una distribuidora de medicamentos, cinco constructoras y una juguetería, entre muchos otros giros.
Entre ellas destacaba el nombre del Centro Comercial y Habitacional Lomas, S.A. de C.V, mejor conocida por los culichis como Plaza Lomas.
La mano del Mayo Zambada detrás de Plaza Lomas
Cinco años después de la alerta de la OFAC la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) decidió poner manos a la obra y congelar las cuentas de cinco personas vinculadas al centro comercial del Cártel de Sinaloa y cercanas al Mayo Zambada.
Modesta y Ana María Zambada García, hermanas del capo; Leticia Ortiz Hernández, presunta pareja sentimental del Mayo; y Ramón Florencio López Hernández, exdirector general de Recursos Humanos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y apoderado legal del centro comercial, fueron señalados como parte de la red detrás de Plaza Lomas por lo que se les congelaron sus cuentas bancarias.
“Utilizan dicha empresa para ingresar los recursos al sistema financiero, ya que al parecer fue constituida precisamente con la finalidad de dar una apariencia de licitud a los activos obtenidos por el grupo (Cártel de Sinaloa)”, indicó Santiago Castillo, titular de la UIF en 2020.
Uno de los personajes clave -dijo en agente de la DEA, Doug Coleman, en 2013- era el notario público José Antonio Nuñez Bedolla, quien ayudó al Mayo Zambada y al Chapo Guzmán a adquirir bienes inmuebles para ponerlos a su nombre y de Griselda López Pérez, la madre de Ovidio Guzmán.
Aunque el notario negó los vínculos con el Cártel de Sinaloa, la DEA lo relacionó con la compra y el registro de la Estancia Infantil Niño Feliz, el Establo Puerto Rico, el Parque Acuático Los Cascabeles, el Centro Comercial Habitacional Lomas y el Rancho Agrícola Ganadero Los Mezquites.
Hijo del Chapo Guzmán visitante recurrente de centro comercial en la CDMX
Su gusto por comer en Cheesecake Factory llevó a Ovidio Guzmán a convertirse en un recurrente visitante de Parque Delta, el centro comercial ubicado al oriente de la CDMX y que en algún momento fue escenario de míticos duelos entre los Tigres y los Los Diablos Rojos Del México.
Según el periodista David Fuentes, el hijo del Chapo Guzmán acudía casi con religiosidad cada jueves a Parque Delta; su rutina era de tal grado que sicarios del Cártel de los Arellano Félix lo siguieron, se hospedaron en un hotel cerca de donde Ovidio dormía e intentaron asesinarlo.
Trascendidos refieren que Ovidio Guzmán se iba a reunir con autoridades federales; lo cierto es que elementos de la Secretaría de Marina lograron detener a los cinco sicarios antes de que asestaran el golpe mortal contra el hijo del Chapo Guzmán.