En una noche que prometía ser simplemente una velada más para el afamado cantante Luis Miguel y su selecto grupo de acompañantes, el restaurante Beluga en San Pedro, Monterrey se vio envuelto en una inesperada polémica que culminó en su clausura.
Tras una cena que contó con la presencia de Luis Miguel, su hija Michelle Salas, su yerno Danilo Diazgranados, su hermano Alejandro Basteri y su amigo Alberto Santos Boesch, las puertas de este establecimiento fueron cerradas abruptamente en un operativo sorpresa.
¿Por qué clausuraron el restaurante?
El evento tuvo lugar pasadas las 2 de la madrugada, marcando la tercera ocasión en la que el ícono mexicano disfrutó de la gastronomía local en horarios poco convencionales. La visita del “Sol” a la zona Valle se volvió un acontecimiento recurrente en los últimos días, siempre en compañía de su familia.
Luis Miguel, quien había llegado a Monterrey para participar en el concierto privado con motivo del 30 aniversario de Value, Grupo Financiero, de su amigo Carlos Bremer, extendió su estancia para cumplir con tres masivos programados en el Estadio de Borregos, siendo la jornada de hoy su última presentación.
Siguiendo su costumbre de salir de madrugada después de sus presentaciones, el miércoles se encontró con un inesperado obstáculo cuando las autoridades municipales de San Pedro realizaron un operativo para verificar el cumplimiento de los horarios de cierre en los establecimientos de la zona.
El reporte oficial indicó que alrededor de las 03:18 horas, los servidores públicos encabezando el operativo ingresaron al restaurante Beluga, encontrándose sin la anuencia vigente para la venta de alcohol. Luis Miguel ya se había retirado del lugar en ese momento.
“Estamos verificando los horarios de cierre”, señaló uno de los funcionarios que lideraban la inspección. Este tipo de supervisión es una práctica habitual los fines de semana en San Pedro, donde se busca asegurar el cumplimiento de los horarios establecidos por la Ley de Alcoholes.
La Secretaría de Seguridad Pública en San Pedro es la encargada de llevar a cabo esta supervisión, desplegando elementos uniformados y armados para garantizar el cumplimiento de las normativas. En este caso, el restaurante Beluga, reconocido por su cocina de mar y con un ticket promedio de mil pesos por persona, no superó la evaluación y fue clausurado por la Presidencia Municipal de San Pedro Garza García, como se confirmó al concluir el reporte levantado por las autoridades.
Hoy, en la puerta del establecimiento, se puede ver un sello de clausura como un testimonio visible de la inesperada conclusión de una noche que, para el Beluga, pasará a la historia como la noche en que recibieron al Sol de madrugada y las luces se apagaron antes de lo previsto.