Andrés Manuel López Obrador, jefe del Ejecutivo, rememoró la fotografía que circuló en los medios un día después de que el huracán Otis azotó Acapulco -24 de octubre-, al ser cuestionado sobre cuándo regresaba a Acapulco.
La imagen a la que hizo referencia se aprecia al mandatario caminando entre el fango acompañado de su comitiva y diversas personas que se unieron a su andar, entre ellos un niño.
Compromiso moral
“Tengo un compromiso moral como autoridad para apoyar a la gente, siempre lo he hecho”, expresó.
“Si voy y le digo a la prensa voy a estar en la colonia Renacimiento en Acapulco, me van a ir a ver muchos, porque me quieren como yo los quiero, pero me van a mandar a 10, 20 provocadores, si no he ido es por eso (...) abrieron los micrófonos para que me mentaran la madre”, dijo.
López Obrador fue tajante al decir, “no puedo exponerme, no es Andrés Manuel, si se tratara de Andrés Manuel, respondería como cuando estábamos en la escuela, como cuando estaba estudiando en Tepetitán (Tabasco), había algo y decíamos a la salida nos vemos”.
“Soy el presidente de México, tengo que cuidar la investidura presidencial, no soy Andrés Manuel, soy el presidente y no puedo permitir que nadie me ninguneé, prestarme, caer en una provocación”, aseveró.
Esperando lo peor
Refirió que, “el día del huracán iba pensando en lo que me iba a encontrar, pero entre lo malo, fue más viento que lluvia, sino hubiera sido una tragedia mayor y dolorosa”, y reviró, “lamento mucho que sea temporada de zopilotes, es falso que a los conservadores les preocupe el dolor del pueblo, su único Dios es el dinero”, indicó.
“Gracias a que no llovió, no hubo derrumbes, sino sería una tragedia mucho más dolorosa”, pero -los conservadores- se quedaron con eso, querían más muertos”.