Ella era la operadora financiera del Cártel de los Arellano Félix, su nombre, Enedina, aunque también se le conoce como la “Narcomami” o la verdadera líder del también llamado Cártel de Tijuana que amasó una fortuna entre la década de 1980 y 1990 cuando la organización criminal de “Los Aretes” dominó Baja California.
Su incursión en el ramo inmobiliario para lavar el dinero proveniente del tráfico de drogas le permitió al Cártel de Tijuana generar una fortuna cercana a los 500 millones de dólares, según las estimaciones del gobierno mexicano; aunque los registros del Servicio de Administración Tributaria (SAT) sólo han logrado identificar desde 2012 un monto equivalente a los 300 millones de pesos relacionados a propiedades de la organización criminal ahora -así se presume- bajo el control de Enedina Arellano Félix.
Después del asesinato de sus hermanos Ramón y Francisco Rafael y del arresto y extradición a Estados Unidos de Benjamín, Francisco Javier y Eduardo Arellano Félix, Enedina tomó el control de la organización criminal junto a su hijo -también capturado en 2014-; y aunque la fortuna del Cártel de Tijuana ya no era la misma que dos décadas atrás la organización mantuvo su fuerte presencia en la frontera norte del país.
La “Narcomami”, licenciada en Contaduría, apareció en la lupa de la Fiscalía General de la República (FGR) en 2005 cuando se inició una investigación para desmantelarla red de lavado de dinero que sustentaba las operaciones del Cártel de Tijuana; aunque los frutos de la justicia fueron pocos pues la fortuna de “los Aretes” casi no fue tocada por las autoridades mexicanas.
Enedina y México perdieron 100 mdd de Arellano Félix
Hace más de 10 años una Corte de California condenó a 25 años de prisión a Benjamín Arellano Félix, el principal líder del Cártel de Tijuana -algunos creen que siempre fue Enedina- que pactó con el gobierno de Estados Unidos para evitar la cadena perpetua a cambio de pagar una multa por 100 millones de dólares.
El acuerdo incluyó la entrega de dinero en efectivo, cuentas bancarias, propiedades, casas y empresas en México y Norteamérica hasta completar la suma solicitada por la justicia de EEUU.
Benjamín Arellano Félix también aceptó su extradición a EEUU después de su arresto -sin un disparo- en marzo de 2022 en la ciudad de Puebla, desde donde lo trasladaron al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, Estado de México, hasta que en 2011 fue enviado a una prisión de San Diego.
En México no tocan fortuna de los Arellano Félix
Una investigación de Zeta Tijuana reveló que Estados Unidos les pidió 200 millones de dólares a los tres hermanos Arellano Félix extraditados a la Unión Americana; sin embargo, en México la fortuna amasada por casi cuatro décadas de actividades criminales sigue intacta.
A Benjamín Arellano Félix le impusieron una multa por 3 mil 500 pesos cuando lo sentenciaron a siete años de prisión por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y 22 por delincuencia organizada.
Una investigación de la DEA identificó negocios inmobiliarios, farmacias, hoteles, discotecas, talleres automotrices, constructoras y lavanderías de ropa vinculadas al Cártel de los Arellano Félix; y agregó que sólo la fortuna de Ivonne Soto -una de las principales blanqueadora de capital de la familia- ascendía a cerca de 120 millones de dólares.
Mientras tanto en México las autoridades detectaron 23 inmuebles en Zapopan, Guadalajara y Tlajomulco de Zúñiga vinculados al Cártel de los Arellano Félix; en Tijuana la FGR incautó otras 17 propiedades; sin embargo, al no probarse que son instrumento o producto de algún delito, estos pueden ser reclamados -después de un largo proceso judicial- por sus propietarios.
Esto fue lo que pasó con una casa ubicada en la cale Paseo de los Obeliscos, Jalisco, que después de un amparo promovido por Alicia Félix Zazueta -madre de los Arellano Félix- se la devolvieron por que la FGR no pudo acreditar que Francisco Rafael la halla comprado de manera ilegal o con dinero ilícito.
Algo similar ocurrió en Tijuana donde después de 30 años en disputa legal las autoridades les regresaron seis casas a Enedina Arellano Félix y a sus hermanos; mientras que otras seis nunca fueron aseguradas a pesar de aparecer a nombre de “Los Aretes” en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio de Baja California.