Por medio de un comunicado que fue firmado por el Subcomandante Insurgente Moisés, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dio a conocer la disolución de sus Municipios Autónomos Rebeldes (MAREZ) y las Juntas de Buen Gobierno. Esto, por la fuerte violencia que se ha desatado en Chiapas debido al crimen organizado.
En el comunicado, se informa que, luego de un largo y profundo análisis crítico y autocrítico y de consultar a los pueblos zapatistas, se tomó la decisión mencionada. Además, se informó que todos los sellos, membretes, cargos, representaciones y acuerdos con el nombre de cualquier MAREZ o de cualquiera de las Juntas de Gobierno son inválidos.
Se dio a conocer que los Caracoles se mantenían, sin embargo, permanecerían cerrados hasta nuevo aviso. La valoración, según el comunicado, se inició desde hace unos tres años. Dieron a conocer que las principales ciudades de Chiapas, están en verdadero caos, pues las presidencias municipales están ocupadas por lo que ellos llaman “sicarios legales” o “Crimen Desorganizado”. Cuentan que hay bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado y balaceras. Esto, se explica, “es efecto del padrinazgo del gobierno del estado y la disputa por los cargos que está en proceso. No son propuestas políticas las que se enfrentan, sino sociedades criminales”.
Mencionan algunas cabeceras municipales que están en manos de uno de los cárteles del “crimen desorganizado” y en disputa con otros: San Cristóbal de las Casas, Comitán, Las Margaritas y Palenque, entre otras. Señala que quienes trabajan en estos lugares lo saben pero no denuncian porque están amenazados y saben que es inútil cualquier petición, pues las autoridades estatales y municipales son las que delinquen “y no tienen llenadera en la robadera que están haciendo”.
Sin embargo, en las comunidades rurales la situación es peor aún, y se asegura que el verdadero problema son las autoridades oficiales, como en el resto del país.
“Las fuerzas militares y policíacas federales, estatales y locales, no están en Chiapas para proteger a la población civil. Están con el único objetivo de frenar la migración. Ésa es la orden que vino desde el gobierno norteamericano. Como es su modo, han convertido la migración en un negocio. El tráfico y la trata de personas es un negocio de las autoridades que, mediante la extorsión, el secuestro y compraventa de migrantes, se enriquecen desvergonzadamente”, se lee en el comunicado.
Con el pronunciamiento, el EZLN ha decidido ceder la plaza a los cárteles que operan en el estado sureño del país desde 1980.
Especialistas han declarado a medios que ningún tipo de organización es inmune a los efectos de la disputa de poder entre la delincuencia organizada en el estado sureño del país, de ahí que muchos grupos sociales han cedido a participar con el narco y otros se han disuadido.
La reciente aparición de supuestos integrantes del movimiento zapatista armados en el municipio de Solosuchiapa y la invasión de las pistas de aterrizaje en la región de Lacandona, por parte de grupos del crimen organizado, agudizó la crisis que vive este grupo social, por lo que decidieron cerrar su núcleo para evitar confrontaciones y guerras ajenas.
Se explicó que un narcotraficante o los cárteles que tienen no solamente poder económico, sino de movilización armada, controlan las armas, y con todo eso, comenzaron a infiltrarse o a filtrarse a diversos territorios, no solo al EZLN, todas las organizaciones vienen sufriendo estre crecimiento del narcotráfico.
Sin embargo, la violencia por la disputa del territorio se ha agravado en las comunidades rurales, particularmente las que se localizan en la franja fronteriza con Guatemala, como la selva Lacandona, donde el pasado mes de septiembre, líderes lacandonos tuvieron que ser evacuados ante las constantes amenazas que recibieron por parte del crimen organizado.
Según especialistas, el punto de trasiego localizado entre la selva Lacandona, en Chiapas, y el Petén, en Guatemala, se ha convertido en la nueva joya del tráfico de cocaína, por lo que los cárteles se han apoderado de las pistas de aterrizaje que anteriormente eran usadas para el traslado de emergencias de la población.
Cabe destacar que la lucha por controlar las rutas para el tráfico de drogas desde Guatemala, ha llevado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y al Cártel de Sinaloa (CDS), los más grandes del país, a enfrascarse en una guerra que se extiende por Chiapas, y que ha dejado una larga lista de desaparecidos, asesinados y desplazados por la violencia.