La vida de La Malinche es uno de los grandes mitos de la historia de México, pues lo único que se sabe de ella es que alrededor de los 15 años fue regalada por los mayas a Hernán Cortés. Una de las tantas versiones de sus primeros años es que nació en Veracruz y fue esclava porque sus padres la entregaron desde pequeña a otras personas.
Marina, como fue después bautizada, se distinguió de entre las otras veinte mujeres que le entregaron al conquistador como esclavas porque aprendió a hablar español, esto llamó la atención de Cortés y, aunque en un principio la usó como intérprete, después la hizo su compañera.
Hernán y La Malinche nunca se llegaron a casar, pero sí tuvieron un hijo, Martín Cortés, durante los años que vivieron juntos.
Pese a que se cree que en verdad hubo un romance entre Marina y el español, él un día la entregó a su gran amigo Juan Jaramillo, quien luchó con él en gran parte de la conquista española.
En Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo plasmó que la boda entre el conquistador y La Malinche se llevó a cabo en 1524 y fue entre muy pocas personas, de hecho, los únicos presentes fueron unos cuantos testigos.
La ceremonia se realizó poco antes de que Malintzin acompañara a Cortés a la conquista de Honduras, fue en un lugar que se llama La Herradura, en Veracruz.
Supuestamente, ella aceptó gustosa el ser casada con Juan Jaramillo porque después, cuando se reencontró con sus papás, les agradeció el haberla regalado ya que había tenido un hijo de Cortés y se había casado con Jaramillo, según relata la Real Academia de la Historia.
Juan Jaramillo, amigo de Hernán Cortés y conquistador
Hijo de Alonso de Jaramillo y Mencía de Matos, Juan Jaramillo nació en Bancarrota, España, pero viajó a Cuba con sus padres cuando era joven. Fue en ese país que conoció a Hernán Cortés, con quien entabló una fuerte amistad que acabó sólo con su muerte.
Jaramillo fue por mucho tiempo la mano derecha de Cortés, por lo que estuvo con él durante la Noche Triste y también fundó la villa de Segura de la Frontera -actual Tepeaca, Puebla-, donde se convirtió en el primer alcalde mayor.
Cuando Hernán tuvo en sus manos el poder necesario, le concedió a Juan Xilotepeque en 1523 y lo convirtió en uno de los hombres más ricos de la Nueva España ya que le dio 18 mil tributarios y una renta anual de 17 mil pesos de oro.
Fue por estas fechas que Hernán también le entregó a su amigo Marina, existen varias versiones del porqué lo hizo, algunas son que pudo ser por amistad, para no casarse él con ella, porque ya tenía una esposa.
Cuando se casaron, Cortés le regaló a Jaramillo un solar, en el que fue edificado el hogar del matrimonio, ésta se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México, hoy es la Escuela Primaria Lic. Miguel Serrano.
Marina y Juan tuvieron una hija durante su relación, María, quien vivió la mayor parte del tiempo con su mamá.
Cuando La Malinche murió, entre 1526 o 1529, posiblemente porque no se habría recuperado del viaje que realizó a Honduras mientras estaba embarazada, Jaramillo se volvió a casar con Beatriz de Andrade.
A su muerte, siendo uno de los hombres más acaudalados, dejó una enorme fortuna a su esposa, una pequeña parte de su herencia se lo dejó a María, su hija. La hija de La Malinche tuvo algunos conflictos con la viuda de su papá por su legado, ya que ambas se querían quedar con Xilotepeque.