Desde principios de octubre, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) emitió una alerta sobre posibles compras de rifles de alto calibre por parte de grupos criminales mexicanos en el estado de Texas.
Sólo unos días después, el 11 de octubre, se dio a conocer el primer caso de estas transacciones que estarían vinculadas al Cártel del Noreste (CDN).
En esa fecha, autoridades del ATF recibieron una alerta sobre el intento de compra de un fusil Barrett M82A1, calibre 50, por 10 mil dólares en efectivo en San Antonio, Texas.
La clienta fue identificada como Alyssa Renee Cockrum, una joven desempleada y originaria de la ciudad de Sulphur Springs, que se localiza a cinco horas de San Antonio. La información de esta mujer obtenida por el agente especial Jason Glance —y revelada en una declaración oficial— levantó sospechas.
La compra del fusil Barrett sufrió un retraso debido a los mecanismos del Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales (NCIS), por lo que Cockrum dejó un anticipo y abandonó la tienda.
Posteriormente, el 17 de octubre, Alyssa volvió al establecimiento para recoger el arma, pero no llevaba ninguna identificación con ella, por lo que la compra no pudo ser concretada.
Un par de horas después, la mujer regresó a las oficinas de Licencia Federal de Armas de Fuego (FFL) para exigir un reembolso. Fue ahí que agentes del ATF y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) se acercaron a ella y a dos sujetos que estaban la acompañaban en el mismo vehículo, identificados como Dakota Skye Cortez y Yuriel León.
Ambos admitieron ante los oficiales que tenían la intención de comprar el fusil Barrett para entregarlo a miembros del Cártel del Noreste en México.
En un interrogatorio individual, Cortez se identificó como el nexo directo con el CDN, pues sería él quien entregaría el arma a la organización criminal. Además, había pactado un pago de mil dólares para Alyssa por efectuar la compra, así como uno de mil dólares para León por conducir.
De igual forma, los agentes hablaron con Alyssa Cockrum respecto a la sospechosa adquisición. Ella les dijo que el fusil Barrett era “un regalo de Navidad” para su padre. Sin embargo, no logró explicar de dónde había obtenido el dinero.
Acorde con reportes judiciales, tanto Cockrum como Cortez y León fueron detenidos por su probable participación en el delito de compra ilegal de armas.