La madrugada del 31 de octubre, un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Estatal de Sonora fue sorprendido por sujetos armados cuando se trasladaba por la carretera que conecta los municipios de Altar y Oquitoa para atender un hecho de violencia.
De acuerdo con reportes oficiales, la agresión causó lesiones a varios elementos del Ejército, así como a un agente policial. En redes sociales circularon imágenes que reflejaron el daño provocado a los vehículos oficiales, uno de los cuales quedó completamente destruido y calcinado.
Al realizar patrullajes en la zona, las autoridades identificaron camionetas con pistas sobre la organización criminal que habría estado detrás de la emboscada. Se trata de la célula de Los Fantasmas, un grupo de sicarios que trabaja para Los Cazadores, facción aliada de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa en la entidad.
Según documentos de inteligencia militar filtrados tras el hackeo a los servidores de la Sedena, el líder de Los Fantasmas es un sujeto de nombre Saúl Francisco Hernández Tenorio, conocido con los alias ‘El Fantasma’ y ‘El Ponchis’.
La información contenida en los informes del Ejército —compartida por Sonora Informativo— refiere que ‘El Fantasma’ sería el jefe de plaza de los municipios de Sáric, Tubutama, Trincheras, Santa Ana y Magdalena.
No obstante, versiones extraoficiales señalan que la presencia de Los Fantasmas en la región donde ocurrió la emboscada contra la Sedena se debe a que operan bajo las órdenes del Grupo Cazadores, facción bélica que tiene en Altar su principal base de operaciones.
Reportes difundidos en la prensa local de Sonora especifican que ‘El Fantasma’ fue detenido en marzo de 2015 por la Policía Municipal de Caborca junto a Rodolfo Valdez Portillo, alias ‘El Cachuchas’, por circular a exceso de velocidad.
‘El Fantasma’, de 25 años en ese entonces, fue puesto a disposición de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y se le aseguró una pistola Colt que llevaba fajada en la cintura.
Los informes policiales sobre su detención ubicaron que Hernández Tenorio era residente del municipio de Altar y tenía su casa en la colonia La Otra Banda. Se desconoce en qué momento habría quedado en libertad para, eventualmente, convertirse en uno de los principales líderes de sicarios de Los Chapitos en el estado.
La aparente responsabilidad de este comando de pistoleros en la agresión de la Sedena se dio a conocer debido a que la leyenda “Fantasma” quedó inscrita en una camioneta Chevrolet Silverado que fue abandonada en la escena.
Junto con dicho distintivo, el vehículo tenía adheridas las calcomanías de varios cráneos, que serían utilizadas por este brazo armado para identificar a sus miembros.
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