Durante la madrugada del miércoles 25 de octubre, el huracán Otis golpeó de manera contundente al estado de Guerrero, dejando grandes afectaciones, principalmente en Acapulco y en las zonas aledañas; sin embargo, hay un fenómeno natural que podría llegar a ser aún más catastrófico en caso de que ocurriera: se trata de un tsunami.
De acuerdo con el portal del gobierno de México, un tsunami es una secuencia de olas que se producen por terremotos en el fondo marino, los cuales llegan a ser muy destructivos y pueden representar una gran amenaza para la vida y las propiedades del lugar al que impacte.
El jefe del Servicio Mareográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Octavio Gómez Ramos, contó para Infobae México sobre la probabilidad de que en un futuro se desarrolle un tsunami de gran magnitud en México, así como las implicaciones que esto podría llegar a tener.
¿Puede ocurrir un tsunami en México?
De acuerdo con el especialista, hay grandes probabilidades de que se presente un tsunami en el país, pues “México en toda su costa, tanto Pacífico, Golfo y Caribe es susceptible a la llegada de tsunamis lejanos, es decir, tsunamis que se generaron fuera del país, como el de Japón de 2011, el de Samoa de 2004 o los que han ocurrido en Chile. Al mismo tiempo, se pueden llegar a desarrollar tsunamis locales, que son los que tienen origen en el mismo país”.
Destacó que todos los tsunamis lejanos llegan a la costa de México, pero afortunadamente aterrizan con amplitudes pequeñas, pues cuando un tsunami viaja en el mar tiene poca resistencia porque hay poca fricción, por lo que puede viajar distancias muy amplias.
“En el año 2011 cuando fue el tsunami de Japón, llegó a la costa de México, a todo el Pacifico. En la mayoría de zonas del Pacifico se registró una amplitud de decenas de centímetros, de entre los 30 y los 50 centímetros que no es peligroso, pero en regiones como la bahía de Acapulco registró más de tres metros de amplitud y esto es porque las bahías amplifican las ondas de un tsunami”, dijo.
Según lo revelado por el experto, así como el suelo blando de la Ciudad de México amplifica las zonas sísmicas y por ende en este tipo de suelo los sismos se sienten con mayor fuerza que en suelo duro, lo mismo sucede con las bahías, amplifican las ondas de tsunami lo que provoca que haya amplitudes mayores.
Contó que existe la zona de subducción mexicana, que es en donde la placa tectónica oceánica conduce hacía la placa continental y representa el espacio en el que se generan la gran mayoría de los sismos que ocurren en México.
Las zonas de subducción pueden ser entendidas como las regiones complejas que involucran la interacción entre diferentes entidades geológicas, incluyendo las placas subducente y continental, la cuña del manto y el prisma acrecional.
“Cuando oímos que hubo un sismo con epicentro en alguna parte de la República Mexicana, todos son sismos que se generan en la zona de subducción, y arriba del 95 por ciento de los tsunamis son generados por sismos”, anotó.
Por lo anterior, el maestro en Ciencias Atmosféricas subrayó en que si se llegara a presentar un sismo de magnitudes elevadas en la zona de subducción puede generar un tsunami de gran escala.
“Tenemos ejemplos recientes, por ejemplo, en el sismo de 2017 en Oaxaca, se presentó un tsunami con una amplitud de aproximadamente 3 metros. Eso no genera una inundación, pero sí provoca corrientes que pueden llegar a ser peligrosas para la gente y para embarcaciones pequeñas, eso ha pasado”.
Gómez Ramos recordó que una de las razones por las que se considera que existe una gran probabilidad de que en México se presente un tsunami que pueda llegar a ser devastador es porque ya ha ocurrido anteriormente.
Según lo contado por el especialista, en 1787 hubo un sismo con una magnitud que se calcula era de entre los 8.4 y los 8.6 grados en la escala de Richter lo que dio lugar a que ocurriera un tsunami que causó una inundación que de acuerdo con los registros geológicos indican que aproximadamente hubo dos kilómetros de inundación; sin embargo, los registros escritos de la época han indicado que hubo hasta cinco kilómetros de inundación.
“Como la gran mayoría de tsunamis vienen por temblores y se trata de fenómenos cíclicos, tarde o temprano en el país habrá un temblor fuerte, eventualmente también tendremos algún tsunami. Una gran desventaja es que al igual que los sismos no se pueden predecir, los tsunamis tampoco”, reveló.
Cabe mencionar que el experto anotó que en el país existen zonas vigiladas como lo es la brecha sísmica de Guerrero, donde se pueden presentar dos escenarios: el primero es que se puede provocar la ruptura de la brecha y ocurra un sismo importante y por ende un tsunami aparatoso, mientras que la otra opción es que exista un proceso en el que se libere la energía por otros lados y que se evite ese sismo.
¿Cuál podría ser el escenario cuando ocurriera un tsunami de gran magnitud?
El jefe del Servicio Mareográfico de la UNAM informó que las afectaciones que pueda llegar a tener un tsunami importante serían difíciles de predecir, ya que depende mucho de las condiciones del momento, es decir, de donde se suscite el sismo, así como de cuál fue la dirección de las ondas del tsunami con respecto a la costa.
En el Pacífico norte se corre menos riesgo, aunque al final todo el país es susceptible a recibir tsunamis locales como remotos, pero en donde se prevé que existe mayor riesgo es en el Pacífico Sur.
Por lo anterior, el experto destacó que los estados que podrían estar más en riesgo son Guerrero, Chiapas, Jalisco, Oaxaca y las entidades aledañas son los que están frente a la zona de subducción mexicana, por lo tanto son los que podrían verse más afectados ante la presencia de un tsunami muy fuerte.
¿Cómo se puede estar al tanto de los tsunamis que van ocurriendo?
El experto de la UNAM compartió que aunque los tsunamis no son predecibles, hay una manera de que la población se encuentre al tanto de cuándo ocurran este tipo de fenómenos naturales. Además puntualizó en que existe una aplicación llamada Tsunami MX y es a donde llegan todos los boletines con información precisa sobre los tsunamis que van ocurriendo.
“En cuestión de prevención, México tiene una entidad llamada el Sistema Nacional de Alerta de Tsunamis (Sinat) conformada por entidades de gobierno como la Secretaría de Marina (Semar) y de la UNAM participamos el Servicio Sismológico Nacional y el Servicio Mareográfico Nacional, ambos colaboramos con datos, es decir, mandamos la información que recabamos a la Secretaría de Marina para que ellos lo notifique a través de la aplicación móvil”, informó.
“Si descargan la aplicación se van a dar cuenta que tsunamis ocurren todo el tiempo, así como sismos que ocurren constantemente aunque sean pequeños por lo que no los alcanzamos a percibir. Con los tsunamis pasa lo mismo, al no percibirse no implican un riesgo a la población”, notificó.
Octavio Gómez finalizó destacando que normalmente cuando hay un sismo de magnitud mayor a los 5 grados se emite algún boletín de alerta en la misma aplicación debido a que al ser de más grados, puede llegar a provocar tsunamis que representen mayor peligro.