A más de tres décadas, la ‘Operación Búfalo’ es recordada como uno de los golpes más duros contra el narcotráfico. El objetivo era asegurar una propiedad de uno de los capos de la droga más buscados en la década de 1980: Rafael Caro Quintero, también conocido como el ‘Narco de narcos’.
El nombre del operativo tenía que ver con un rancho que pertenecía al fundador del Cártel de Guadalajara, donde sembraban y cosechaban grandes cantidades de marihuana. Es decir, que era uno de los predios en los que más se producía droga en todo México.
Las tierras eran conocidas como el “Rancho Búfalo”. Incluso, la popular serie de Netflix, Narcos México, retrató la propiedad de Caro Quintero (quien es interpretado por Tenoch Huerta). Aunque en el producto audiovisual supuestamente se ubicaba en el estado de Jalisco, en realidad se encuentra al norte del país.
Fue gracias a las investigaciones de Enrique ‘Kiki’ Camarena, agente de la DEA (Administración para el Control de las Drogas) que se infiltró en el Cártel de Guadalajara, como las autoridades mexicanas y estadounidenses tuvieron conocimiento de este rancho. Sin embargo, esto posteriormente tendría repercusiones para dicho elemento.
El rancho de Caro Quintero se ubica en el municipio de Allende, perteneciente al estado de Chihuahua. La propiedad se encuentra tras el pueblo conocido como “Búfalo” (de ahí su nombre), una localidad que para el 2010 conservaban un estilo del “Viejo Oeste”, según relata el periodista Luis Chaparro tras su visita a aquel lugar.
El operativo se ejecutó el 6 de noviembre de 1984 y participaron poco más de 400 elementos del Ejército mexicano y decenas de helicópteros, de acuerdo con los reportes periodísticos de aquellos tiempos. Los informes indican que el entonces embajador de Estados Unidos (EEUU) en México, John Gavin, indicó que desde las alturas se podía observar una extensión de tierras verdes en una porción al sur de Chihuahua.
El Rancho Búfalo abarcaba alrededor de 544 hectáreas, donde fueron aseguradas dos mil 500 toneladas de marihuana que habían sido cultivadas, sembradas y empaquetadas en dicha propiedad, considerada como el emporio más importante del narcotraficante Caro Quintero. En otros reportes se indican que fueron más de 8 mil 500 toneladas las que se encontraron en el lugar.
El decomiso significaba un golpe económico para el tráfico de drogas, pues se estima que las pérdidas ascendían a los USD 8 mil millones. Durante estas acciones se detuvo a cerca de tres mil campesinos, mismos que laboraban para el ‘Narco de narcos’.
Informes de la prensa señalan que en el rancho laboraban cerca de 10 mil jornaleros que provenían de distintos estados, como de Michoacán, Durango, Sinaloa, Oaxaca y Veracruz. Supuestamente, eran reclutados bajo la promesa de una buena paga, pero posteriormente eran amenazados de muerte.
La investigadora Sibely Cañedo Cázarez señaló que estos campesinos se encontraban encerrados en minicampamentos y eran obligados a producir la droga bajo la coacción de armas de fuego. Es decir, que además de vivir clandestinamente, eran explotados.
Tras este aseguramiento se presentaron una serie de episodios que llevaron a la caída de Rafael Caro Quintero. Primero fue el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, localizado sin vida y con huellas de tortura a principios de 1985, Se presume que estuvo secuestrado en una propiedad del ‘Narco de narcos’.
El capo sinaloense fue detenido ese mismo año en Costa Rica, por su presunta participación en el asesinato de Camarena. Durante 28 años estuvo tras las rejas, pero en agosto de 2013 recuperó su libertad.
En 2015 se libró una nueva orden de aprehensión en su contra, la cual fue cumplimentada hasta el mes de julio de 2022, cuando tenía 69 años de edad. Durante ese tiempo se le consideró como “prófugo de la justicia”. Actualmente se encuentra en el penal de ‘El Altiplano’, ubicado en el Estado de México.