A tres años de su detención en Estados Unidos señalado por tener vínculos con grupos de narcotráfico, el general Salvador Cienfuegos rompió el silencio y por primera vez habló sobre este momento que marcó su vida y que generó gran crítica al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que lo exoneró.
El extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto afirmó que su detención por parte de las autoridades estadounidenses “formó parte de este plan para perjudicar a México, no afectaron al secretario de Seguridad, afectaron a las Fuerzas Armadas, las ofendieron, y agredieron al Estado mexicano”.
Entrevistado por el periodista Jorge Fernández Menéndez para ADN 40, el exmando de las Fuerzas Armadas narró cómo fue su detención el 15 de octubre de 2020, cuando arribó a Los Ángeles para vacacionar con su familia.
El exfuncionario peñista relató que luego de su detención y durante sus traslados, los esposaron de manos y pies porque decían que era muy peligroso, además de que el día que lo llevaron a Oklahoma no comió ni tomó agua.
El general pasó 33 días en el penal de máxima seguridad Metropolitan Detention Center de Brooklyn, en donde se le habría negado tener una cobija extra para el frío pese a que lo tenía permitido, y sólo contaba con un pequeño jabón, una pasta de dientes, un cepillo y una toalla.
“Fue algo inmerecido, una injusticia, una vileza lo que hicieron conmigo, afectaron a mi familia y no nada más a mí, se fueron a pegarle a las Fuerzas Armadas, el principal socio que tiene Estados Unidos para combatir las drogas son las Fuerzas Armadas de México”, señaló.
Pese a lo que vivió, Salvador Cienfuegos aseguró que no se arrepiente de nada y dijo estar orgulloso de lo que hizo y fue, no obstante, dijo que aún espera que las autoridades de Estados Unidos reconozcan que se equivocaron al señalarlo injustamente.
Niega vínculos con el narco
Narró que agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) los instaron a cooperar con información, esto luego de que se le señalara de tener un vínculo con Juan Francisco Patrón Sánchez, el H2, asesinado en un operativo en el 2017.
“En ningún momento acepté, incluso ellos corrieron el rumor, los agentes de Estados Unidos, de que yo había pactado cooperar con ellos y que inclusive iba a dar nombres y no sé qué tantas tonterías”, indicó.
En la entrevista, Salvador Cienfuegos aseveró que nunca conoció a los criminales a los que se le vinculó, señalando que había pruebas de que nunca se reunió con ellos, por lo que calificó de “inverosímil” dichas acusaciones. Además, añadió que agentes de la DEA le aseguraron que tenían más de mil llamadas con integrantes del narco, no obstante, dijo que hasta el momento no ha sido presentada una sola comunicación.
“Les dije que existía la posibilidad de que estuvieran equivocados. Me llamaron ‘El Padrino’ o ‘El Zepeda’. Les dije que no tenía nada que ver. Me dijeron que era cómplice de dos delincuentes: ‘El H2′ y El ‘H9′. Me quitan mi teléfono. Me esposaron. Nunca había estado en ningún problema. Me esposan como un criminal”, agregó.
Por otro lado, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador la “valiente defensa” que hizo sobre su persona, pues añadió que él se dio cuenta de que lo único que quería EEUU era afectar a las Fuerzas Armadas. Dijo que uno de los grandes errores que cometieron las autoridades estadounidenses fue no informar al Gobierno de México que lo estaban investigando.
Reveló que en su regreso a México sostuvo una conversación con el general secretario Luis Crescencio Sandoval, quien le contó sobre lo que causó la detención en su contra.
Finalmente, Cienfuegos Zepeda reveló que fue la cónsul Marcela Celorio la que medió entre ambos países para resolver el asunto, además de que ella misma le recomendó un abogado, quien finalmente logró su regreso a México lo que a su vez le permitió recuperar su libertad.
El pasado 11 de octubre AMLO dio una condecoración al general Salvador Cienfuegos En el marco de la conmemoración del Bicentenario del Heroico Colegio Militar en Veracruz. Dicha distinción fue por haber sido director del Colegio del 16 de noviembre de 1997 al 1 de diciembre de 2000.