Cada 28 de octubre, México celebra con fervor la festividad de San Judas Tadeo, uno de los santos más populares entre la comunidad católica. Sin embargo, a lo largo de los años, este santo ha sido vinculado de manera sorprendente con el crimen organizado en el país. Esta asociación ha generado controversia y debates en la sociedad mexicana.
La Ciudad de México, como cada 28 de mes, se llena de devotos que acuden a la parroquia para rendir homenaje a San Judas Tadeo, conocido popularmente como “San Juditas”.
Esta figura religiosa, venerada en un templo del siglo XVI ubicado en el cruce de las avenidas Hidalgo y Reforma, en el centro de la ciudad, se ha convertido en el patrón de las causas perdidas y un objeto de devoción para una amplia gama de personas, incluyendo pandilleros, adictos, ex convictos, desempleados y madres preocupadas por sus hijos.
San Judas Tadeo es conocido como el patrón de las causas difíciles debido a los “favores” que muchos creyentes aseguran haber recibido tras su intercesión. De acuerdo con la Agencia Católica de Informaciones (ACI), santa Brígida de Suecia, mística y patrona de Europa, escribió que Jesús le recomendó pedir ciertos favores a través de San Judas Tadeo.
Esta figura religiosa ha ganado una gran devoción en México y es venerada por una amplia gama de personas, desde aquellos que enfrentan desafíos cotidianos hasta los que se dedican a actividades delictivas.
Quiénes veneran a San Judas Tadeo
El caso más emblemático de la apropiación de San Judas Tadeo por parte del crimen organizado en México es el del Cártel de Sinaloa. Este cártel adoptó la figura religiosa como símbolo de protección y cuidado. La imagen de San Judas Tadeo fue clonada y manipulada para invertir el báculo que sostiene en su mano derecha, de modo que quedara en la izquierda.
Según los informes, esta modificación se hizo para que el santo protegiera a los miembros del cártel y delincuentes relacionados con él. Esto ha llevado a la creencia popular de que el “San Juditas” con el bastón en la mano izquierda es el patrón de los narcotraficantes.
Otro santo que ha sido venerado por el crimen organizado, específicamente el narcotráfico, es la figura de Malverde. Aunque no es reconocido por la Iglesia católica como santo, Malverde es ampliamente venerado, especialmente en Sinaloa.
A pesar de las advertencias de la Iglesia católica de que San Judas Tadeo no tiene relación con delincuentes, estos jóvenes no dudan en acudir al templo en busca de su protección, incluso junto a la Santa Muerte, una figura lúgubre que la Iglesia rechaza.
Para estos devotos, lo importante es obtener ayuda para sobrevivir en las calles, enfrentar desafíos en las cárceles y lidiar con conflictos de pandillas, a veces incluso durante sus actividades delictivas.
San Juditas, Malverde y la Santa Muerte, la tríada sagrada que se puede visualizar en los barrios y colonias pobres de la Ciudad de México incluye a todos vinculados con narcotraficantes y delincuentes, a pesar de los desacuerdos de la Iglesia católica.
De los tres, San Juditas, como uno de los 12 apóstoles, es considerado un “santo oficial” por la Iglesia. Aunque es buscado especialmente por los más necesitados y trabajadores, también ha sido adoptado por la policía de la Ciudad de México, encargada de investigar crímenes.
Desde hace tiempo, la vox populi se dice que el día 28 de cada mes, policías y delincuentes hacen una tregua no escrita para venerar a su santo patrón. La Iglesia no se opone a que el manto de San Judas brinde protección a la policía, pero no está de acuerdo con que los delincuentes de cualquier rango se apropien de su imagen.
Se festeja el 28 de octubre
Cada 28 de octubre, miles de peregrinos se reúnen en el Templo de San Hipólito, conocido como la iglesia de San Judas Tadeo, en la Ciudad de México, para venerar a este santo. Muchos creyentes acuden desde diferentes partes de México para rendir homenaje al santo, buscando su protección y agradeciendo por los milagros concedidos.
Sin embargo, la asociación de San Judas Tadeo con el crimen organizado ha generado preocupación en la Iglesia católica. Sacerdotes han coincidido que “un santo nunca tendrá que ver con daños a terceros y no existe un patrón de narcotraficantes o delincuentes”.
La confusión en torno a la relación de San Judas Tadeo con el crimen organizado se originó en la falsificación de su imagen, donde el bastón que originalmente sostenía en la mano derecha fue invertido a la izquierda. Aunque la Iglesia ha tratado de aclarar esta malinterpretación, el mito persiste y San Juditas sigue siendo objeto de devoción para narcotraficantes, secuestradores, ladrones y adictos.
A pesar de estas asociaciones, el templo dedicado a San Judas Tadeo en la Ciudad de México continúa atrayendo a una amplia gama de fieles que buscan protección y ayuda en tiempos difíciles. La festividad de San Judas Tadeo es un reflejo de las complejidades y las múltiples capas de la fe en México, donde diferentes estratos sociales y culturas se entrelazan en torno a esta figura religiosa.