La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Tamaulipas dio a conocer que los 12 expolicías acusados por la masacre de 19 migrantes en Camargo, ocurrido el 22 de enero de 2021, fueron condenado a 50 años de edad.
A través de un comunicado, la Fiscalía dio a conocer que el Agente del Ministerio Público demostró fehacientemente, a través de medios de prueba contundentes, la responsabilidad de los hoy sentenciados en los hechos ocurridos en El Ejido Santa Anita, del municipio de Camargo, donde 19 personas fueron privados de la vida por impactos de arma de fuego y posteriormente fueron incinerados.
Jorge A. “C”, Williams “F”, Edgar “M”, Horacio “R”, Carlos “R”, Jorge “C”, José L. “L”, Héctor J. “A”, Christian E. “G” y Horacio “Q”, fueron sentenciados a 50 años por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad y delitos contra la administración de la justicia.
Mientras que Mayra E. “V” recibió la misma pena por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad, delitos contra la administración de la justicia y de falsedad de declaraciones; en tanto que Ismael “V” recibió 19 años de prisión acusado de abuso de autoridad y delitos contra la administración de la justicia.
De igual forma, el juzgador ordenó que ninguna de estas personas puedan ocupar cargos públicos por ocho años, y se les impuso multas de 400 UMAs por abuso de autoridad, y 150 UMAs por delitos cometidos en el desempeño de funciones administrativas.
Asimismo, se ordenó una reparación del daño por 335 mil 709 pesos a los familiares de las 19 víctimas asesinadas, entre los cuales había dos mexicanos y 17 personas de origen centroamericano.
Durante la audiencia, el juez precisó que los expolicías de la Secretaría de Seguridad Pública fueron completamente conscientes de sus actos, desde accionar las armas contra los civiles hasta simular una escena del crimen distinta a fin de beneficiarse.
Cabe precisar que la Fiscalía había pedido 50 años de prisión por cada una de las víctimas asesinadas, 10 años por delitos relacionados a las funciones administrativas, y 19 años para el agente que participó pero ayudó con su confesión a dar con la reconstrucción de los hechos. La suma sería 969 años para cada uno de los 11 implicados en la masacre (los acusados de homicidio).
¿Qué fue la masacre de Camargo?
Considerada una de las peores matanzas de migrantes en México junto a la de San Fernando, la noche del 22 de enero de 2021 policías de Tamaulipas rafaguearon a un grupo de migrantes, remataron a los que siguieron vivos y quemaron sus cuerpos.
Ese día, una treintena de migrantes originarios de Guatemala, El Salvador y México arribaron a Nuevo León para trasladarse por la carretera al Río Bravo con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, agentes de GOPES iniciaron la persecución de uno de los camiones en donde eran transportados los migrantes. Cuando lograron darles alcance en el paraje de Santa Anita, los uniformados accionaron sus armas al menos un centenar de veces. A los que seguían vivos los remataron y, según informes, otros también fueron quemados vivos.
Ese mismo día, los agentes notificaron a las autoridades que habían “encontrado” los 19 cuerpos ―entre ellos 16 hombres y tres mujeres― sobre una camioneta envuelta en llamas sin embargo, las cosas darían un giro cuando el 2 de febrero de 2021 fueron detenidos los 12 uniformados por sospechas de haber alterado la escena del crimen y caer en contradicciones.
Luego la Fiscalía comenzó a basarse en el testimonio de uno de los policías que participó en el operativo, quien decidió cooperar con la investigación y señaló que no era verdad que habían “encontrado” los cuerpos, sino que los mismos agentes mataron a los migrantes y los incineraron.
Detalles que también reveló en su momento Vice World News dejó ver que en el caso fueron claves las verificaciones de mensajes y llamadas entre las víctimas y sus familiares, antes, como durante el ataque.
De igual forma se ayudaron de información derivada de celulares de los mismos policías, quienes se encontraban en el lugar de la masacre mientras ésta se ejecutaba, pues al menos una camioneta oficial también estaba en el paraje de Santa Anita, según herramientas de geolocalización. Se estima que 24 agentes participaron, pero sólo 12 fueron procesados.
Para ello, los GOPES usaron cuatro vehículos blindados e incluso buscaron a posibles sobrevivientes en casas aledañas a la zona del crimen. Aunado a ellos, pruebas balísticas arrojaron que las armas de los 12 agentes habían sido accionadas.
En los intercambios de comunicación, uno de los traficantes mexicanos llamó a su familia entre las 08:00 horas de la masacre y dijo que no podían cruzar la frontera porque había muchos policías, hechos que coincide con el relato de una migrante guatemalteca, quien mandó un mensaje de texto a su papá diciéndole que se habían alejado de la carretera por presencia de agentes. De nueva cuenta, entre las 10:00 y las 11:00 horas, uno de los coyotes mexicanos marcó a su esposa y le dijo que la policía les estaba disparando.
Cabe apuntar que dicha región ha sido escenario de diversos enfrentamientos entre Cartel del Golfo, Los Zetas y el Cártel de los Beltrán Leyva, por lo que también se había seguido una línea para determinar si los agentes estaban ligados a grupos del narcotráfico.