El control de las rutas para el tráfico de drogas a Estados Unidos provocó la expansión de los cárteles mexicanos a otros países de Centroamérica, donde este martes autoridades de El Salvador detectaron un cargamento de fentanilo proveniente de Honduras, región al que el Cártel de Sinaloa decidió mudar la mayoría de sus operaciones para contrabandear cocaína.
Personal de la Comisión Nacional Antidrogas de El Salvador emitió una “alerta pública” tras incautar una “cantidad considerable” de frascos de fentanilo que ingresaron al país centroamericano por el puesto fronterizo El Amatillo y cuyo destino final sería México y Estados Unidos.
El Amatillo es la gran frontera que conecta Honduras con El Salvador a través de la Autopista Panamericana, una vía que une el sur y el norte del continente a través de Centroamérica y que es asediada por los cárteles mexicanos para enviar diversas sustancias, especialmente el Cártel de Sinaloa y Los Zetas.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) las dos organizaciones criminales decidieron trasladar el 90 por ciento de sus operaciones para el tráfico de cocaína a Centroamérica: Los Zetas a Belice; mientras que el Cártel de Sinaloa opera con organizaciones criminales en Nicaragua, Costa Rica y Honduras.
El reporte de la ONUDC publicado a finales de 2006 refiere que a partir de la “guerra contra el carcotráfico” que lanzó el expresidente Felipe Calderón, el Cártel Sinaloa y Los Zetas comenzaron a reducir el tráfico de drogas directamente desde Sudamérica hacia México y Estados Unidos.
En lugar de enviar la droga vía marítima o aérea, ambas organizaciones llevan la cocaína desde Colombia, Venezuela y Bolivia al centro del continente, desde donde la envían por carreteras a varias partes de México; de ahí que la violencia en la frontera entre Chiapas y Guatemala también se haya incrementado en los últimos años.
En su informe la ONUDC advierte que desde el golpe de estado a Honduras en el año 2009 el país se convirtió en un punto de llegada para la cocaína proveniente de Sudamérica y desde donde se reenvía a los líderes de Los Zetas y del Cártel de Sinaloa que controlan la frontera de Belice y Guatemala con México.
Prohibición de fentanilo
Aunque en el norte de México la facción de Los Chapitos promovió una supuesta prohibición para traficar fentanilo; las cosas en la frontera sur son distintas, no sólo por la droga que pasa a través de Belice y Guatemala, también por el dominio del tráfico de migrantes, uno de los crímenes más redituables para los cárteles mexicanos.
Aunque es la primera vez que las autoridades de El Salvador incautan una cantidad importante de fentanilo, sus contrapartes de Guatemala ya habían detectado y frenado el paso de precursores químicos para fabricar la llamada “droga zombie”; esto en mayo de 2023, cuatro meses antes de la advertencia de Los Chapitos.
Y es que brazos armados afines a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán controlan desde hace varios años ambos lados de la frontera entre Chiapas y Guatemala, una situación que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) decidió cambiar al declarar una guerra en la zona para controlar la entrada de miles de personas y con ellas el tráfico de opioides y migrantes, entre otros delitos.
Así, la guerra que iniciaron Los Zetas y el Cártel de Sinaloa hace una década por el control en las fronteras de Honduras, Guatemala y El Salvador cada vez se fue recorriendo más hacia Chiapas, por donde en 2010 entraron 330 toneladas de cocaína, refiere la ONUDH.
Pero en materia de fentanilo, apenas en marzo pasado el gobierno de Guatemala decomisó el primer cargamento importante del opioide, se trató de 240 tambos provenientes de Turquía; días después el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló a la guatemalteca Ana Gabriela Rubio Zea como “corredora de químicos precursores de fentanilo” para el Cártel de Sinaloa, especialmente para Los Chapitos, la facción del famoso cártel que el 2 de octubre pidió un alto al tráfico de esta droga y amenaza a quienes la trafiquen en el norte de México.