Cada vez falta menos para las celebraciones de Día de Muertos 2023 y un elemento sumamente representativo de estas fechas en la cultura mexicana es el cempasúchil. Es por eso que a continuación te decimos la receta para preparar un atole con esta flor y mandarina.
Cabe señalar que el cempasúchil es importante no sólo por sus pétalos naranjas o amarillos, sino que lleva consigo una historia que ha trascendido generaciones. Además, se suele utilizar en las ofrendas para guiar a los difuntos.
Ingredientes para atole de cempasúchil y mandarina
A través de TikTok, la usuaria identificada como Yuli Castro (@recetas_de_yuli) compartió la preparación de esta deliciosa bebida. Los ingredientes que se necesitan son los siguientes.
- Una olla
- 3 tazas de agua
- canela en raja
- 50 gramos de piloncillo
- cáscara de una mandarina
- 200 gramos masa de maíz
- 4 tazas de leche
- 3 flores de cempasúchil
Preparación
La usuaria compartió con sus seguidores cuál es la preparación adecuada para evitar que el atole se pegue y quede de la mejor manera.
- Se colocará la olla al fuego, para después añadirse las tres tazas de agua, la canela en raja, el piloncillo y la cáscara de la mandarina.
- Se dejará hervir por tres minutos.
- Se licuará la masa con dos tazas de leche.
- Cuando hierva el contenido de la olla se añadirá la masa a la mezcla.
- Por otro lado, de las flores de cempasúchil sólo se utilizarán los pétalos y se licuarán con dos tazas de leche. Cuando esté se tendrá que colar y agregarse a la olla.
- Se debe mover constantemente para evitar que se pegue y después dejarse hervir por cinco minutos más.
Respecto al Día de Muertos, las culturas prehispánicas compartían la creencia de que existe una entidad anímica e inmortal que da conciencia al ser humano y que después de la muerte continúa su camino en el mundo de los muertos.
Estas almas vuelven cada 1 y 2 de noviembre para visitar a sus seres queridos que aún viven.
Es también por esta razón que los mexicanos suelen hacer espectaculares altares que son decorados con papel picado, las fotografías de sus difuntos y la comida favorita de ellos. Esto, bajo la creencia de que cuando acudan puedan alimentarse con lo que les gustaba.