Un sismo de 4.1 de magnitud fue registrado en las cercanías de Huixtla a las 21:30 hora local (3:30 UTC) del 20 de octubre, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Información preliminar señala que el epicentro del temblor fue a 151 km al suroeste de la ciudad del estado de Chiapas y tuvo una profundidad de 83.6 km.
Ante una actividad sísmica de importancia, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu teléfono solo en emergencia, no enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.
También puedes seguir las siguientes medidas antes de un sismo: prepara un plan de protección civil, participa en simulacros de evacuación, encuentra las zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.
Durante un terremoto conserva la calma y quédate en un lugar seguro, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un automóvil, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te ubicas en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
Actividad sísmica en México
México se destaca como uno de los países con más actividad sísmica. En la memoria popular se recuerda sobre todo los acontecimientos de 1985 y 2017, sismos que provocaron devastación en su territorio. A pesar de ser los más recordados, no fueron los de mayor magnitud desde épocas modernas.
Durante la época colonia sucedió el terremoto más fuerte registrado en la historia de lo que hoy es México. Ocurrió el 28 de marzo de 1787, su epicentro fue en Oaxaca, tuvo una magnitud de 8.6. El movimiento fue tan violento que hizo no solo que la tierra se estremeciera, además, provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
De acuerdo con los datos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), realizados en 2009 sobre el terremoto citado, existe la posibilidad de una repetición de eventos por encima de dicha magnitud. Se estima que pueden ocurrir en los años venideros. Su epicentro se calcula en las costas de México y Centroamérica, ya que estas se encuentran en la denominada Brecha de Guerrero. Dicha zona se caracteriza por la acumulación de gran cantidad de energía geológica.
Sin embargo, una magnitud menor en un evento sísmico no se traduce necesariamente en una afectación menor en edificios e infraestructura. Así, en 1985 y 2017, los habitantes de la capital, Ciudad de México, debieron enfrentar la devastación producto de dos terremotos que se transformaron en un parte aguas en sus vidas.
El del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales (13:19 UTC) con una magnitud de 8.2 y con epicentro en el estado de Guerrero. Desde ese terremoto muchos pensaron que algo así no se repetiría. Pero ocurrió de nuevo 32 años exactos después.
El de 2017 se registró a las 13.14 horas locales (18.30 UTC) con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos y dejó un saldo de 369 muertes en el centro del país.