Decir Cinépolis es hablar de una de las dos empresas de exhibición de películas más importantes de México y cuya presencia no se limita a nuestro país, sino que ha sabido llevar sus salas a Estados Unidos, Centro y Sudamérica, España, Indonesia, Arabia Saudita y hasta China.
Se trata de una cadena que nació hace más de 50 años como Organización Ramírez con apenas una sala de cine en Morelia, Michoacán. El concepto fue creado en 1971 por el empresario Enrique Ramírez Miguel y su hijo Enrique Ramírez Villalón. Un año después nacieron los Cinemas Gemelos y en 1973 comenzó la expansión con el nombre Multicinemas Ramírez. Cinépolis no vio la luz sino hasta 1994.
Sin embargo, cuando la nueva marca comenzaba a posicionarse, el 6 de junio de 1996 la noticia de la violenta muerte de Enrique Ramírez Miguel cimbró no solo a Michoacán, sino a todo el país. El empresario creador de Cinépolis se habría quitado la vida con un revólver Colt .38 en la recámara de su casa de Morelia.
Un suicidio o un accidente...con cinco disparos
José Pérez-Espino relata en el libro ‘Los amos de México’ que el cuerpo agonizante de Ramírez Miguel fue hallado en su cama, con cinco heridas de bala y el arma homicida a un lado. El empresario jalisciense de 79 años seguía apenas vivo y fue llevado de emergencia al Hospital Memorial de Morelia, donde murió ese mismo día minutos antes de las 14.00 horas.
La familia no tardó en lanzar un comunicado sobre la tragedia en el que aseguraban que el fundador de Organización Ramírez se había disparado accidentalmente cuando limpiaba su revólver. La Procuraduría de Justicia de Michoacán informó que tras la necropsia de ley, se confirmó que el empresario había muerto debido a que uno de los cinco disparos le dañó el vaso, el colon y el hígado.
El libro, coordinado por el periodista Jorge Zepeda Patterson, relata que seis días después de la muerte de Enrique Ramírez, la Procuraduría del estado lanzó un comunicado nuevo que puso entredicho la versión de la familia: el hombre recibió dos disparos cuando estaba en su recámara, uno más al caer y dos más cuando ya estaba recostado boca arriba.
Ambas versiones chocaban abismalmente y el caso salpicó al nuevo gobernador de Michoacán, Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien se comprometió a resolverlo desatando así una confrontación con la familia. El gobernador no tenía fácil la situación, pues además del caso mediático, enfrentaba el descontento de un sector de población que lo acusaba de haber cometido fraude en las elecciones que lo llevaron al cargo.
Detuvieron a la esposa y a su hijo por el crimen
Una de las líneas de investigación de la muerte de Enrique Ramírez era el homicidio, pues la Procuraduría afirmaba que ese día, en la casa solo estaba la esposa -ahora viuda- María Villalón Verduzco. Incluso la instancia reveló que el empresario pudo haber sido matado a quemarropa, le habrían disparado desde una distancia de entre 5 y 20 centímetros apenas.
La familia evidentemente negó los dichos de la Procuraduría e incluso se excusó diciendo que tanto ellos como los trabajadores habían cooperado activamente en las investigaciones, pero revelaron un dato que le daría un giro dramático al caso: cinco meses antes de su muerte, Ramírez Miguel había heredado todos sus bienes a la esposa y sus cuatro hijos. Entonces, la Procuraduría agregó una hipótesis más: un crimen motivado por la herencia.
El 26 de julio, se giró una orden de aprehensión en contra de la viuda del fundador de Organización Ramírez, quien estaba en Estados Unidos en un tratamiento médico. Ella y su hijo Eduardo Florentino Ramírez Villalón fueron detenidos, luego de que un testimonio del chofer de la familia, Antonio Segundo Escobedo, arrojara que la señora había sido quien avisó que había escuchado disparos en el cuarto de su esposo y que en varias ocasiones la había oido referirse con odio sobre el hombre. En mayo de 1997, el único testigo murió en extrañas condiciones tras ser atropellado por una camioneta tras recibir una llamada con una supuesta oferta de trabajo.
Sin embargo, el libro relata que la mujer nunca se mostró alterada al haber descubierto el supuesto accidente. Luego, la Procuraduría agregó un detalle importante que nadie había mencionado: Enrique Ramírez se recuperaba de un delicado accidente cerebrovascular que había sufrido antes y que lo había dejado hemipléjico y con dos infartos previos, entonces era imposible que se disparara a sí mismo, y menos en cinco ocasiones.
Un juez se negó a solicitar la aprehensión de Florentino Ramírez, pero la Procuraduría pugnó ante el Tribunal de Justicia de Michoacán para que se le imputara por el homicidio de su padre. Sin embargo, en septiembre de ese mismo año, el hijo del empresario fue absuelto y, en enero de 1997, su mamá recibió un amparo para que la Federación le protegiera. Finalmente, la viuda de Ramírez Miguel también fue exonerada en el 97.
El cierre del caso y el renacer de la empresa de cine
La familia del empresario fallecido acusó en una carta para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que la Procuraduría de Michoacán había violentado sus derechos y los de sus empleados, y señaló a la instancia de abusos que les causaron daños a todos. La CNDH ordenó en 1998 al gobierno de Tinoco Rubí abrir un proceso administrativo contra los funcionarios que habían incurrido en omisiones desde la necropsia hasta las aprehensiones.
La familia del extinto empresario ganó la batalla legal y entonces puso manos a la obra para reconstruir la imagen de Organización Ramírez (hoy Cinépolis): comenzaron a construir escuelas para niños de escasos recursos en Michoacán y trabajó para obtener el distintivo de Empresa Socialmente Responsable basado en todas las labores sociales que realiza con los sectores más vulnerables de la población.
Cinépolis comenzó a crecer al tiempo que en 2002, el gobierno de Michoacán, a cargo de Lázaro Cárdenas Batel anunció que el caso se cerraría tras no comprobarse que había sido un homicidio. Las pruebas fueron destruidas y la familia limpió su nombre mediáticamente, aunque la acusación les dejó marcados para siempre.
El libro Los amos de México, de 2016, concluye con un epílogo que nuevamente cuestiona si el empresario decidió quitarse la vida y destaca el poder que ha adquirido la compañía de cine en las últimas décadas. De acuerdo con el ranking 2023 de la revista Expansión, a 28 años del suicidio de Enrique Ramírez Miguel, Cinépolis es una de las 50 empresas más importantes del país.