El fin de semana pasado, la Toscana italiana fue testigo de uno de los eventos más esperados en el mundo del espectáculo: la boda de Michelle Salas, hija del ícono musical Luis Miguel y Stephanie Salas, con el empresario Danilo Díaz. A lo largo de una ceremonia que se extendió por tres días, las miradas y expectativas se centraron en Michelle, con medios y fanáticos ansiosos por captar cada detalle del evento.
El gran momento llegó el sábado 14 de octubre, cuando Salas y Díaz sellaron su compromiso. Una de las grandes revelaciones fue el vestido que eligió Michelle para ese día especial: un diseño espectacular de Dolce & Gabbana que, sin duda, dejó a muchos sin aliento.
Sin embargo, a pesar de la elegancia y el glamour que caracterizaron la ceremonia, un aspecto en particular acaparó las conversaciones en redes sociales. Los usuarios no tardaron en notar y comentar sobre la actitud de Michelle en las fotos de su boda compartidas en exclusiva por la revista Vogue.
Las críticas apuntaban a la falta de sonrisas en las imágenes, citando directamente: “parece maniquí”. Algunos cuestionaron si realmente estaba feliz en lo que, para muchos, es uno de los días más felices de su vida.
”Qué feo maquillaje”
Además de la aparente seriedad de la novia en sus fotos, hubo quienes también hicieron comentarios sobre su elección de maquillaje, tildandolo de “muy simple”. Si bien es cierto que muchas novias optan por looks más naturales el día de su boda, algunos internautas esperaban algo más elaborado de alguien tan en el foco público como Michelle.
La hija de Luis Miguel, que siempre ha sido un personaje de interés para los medios y sus seguidores, una vez más se encuentra en el centro de las opiniones divididas. Mientras unos critican su falta de sonrisa y su maquillaje sencillo, otros defienden su derecho a expresarse y presentarse como desee en su día especial.
Lo cierto es que, más allá de las opiniones en redes sociales, la boda de Michelle Salas y Danilo Díaz será recordada como uno de los eventos más destacados del año, marcado por su lujo, elegancia y, por supuesto, las inevitables controversias.
Los comentarios más incisivos fueron los siguientes: “Y la felicidad donde la dejó? Su cara refleja arrogancia en lugar de elegancia. El vestido de novia muy hermosa, solo le falta un rostro de amor”, “Solo le faltó más sonrisa”, “Pues muy contenta no se ve”, “Qué sonría un poquito, parece maniquí”, “Es el mejor día de su vida y pone una cara de tristeza”, “El maquillaje más simple del mundo”.