Qué pasó con el Cártel Tijuana Nueva Generación, la alianza entre el CJNG y el Cártel de Tijuana

A siete años de la guerra para echar al Cártel de Sinaloa de Tijuana, remanentes del CJNG y de la familia Arellano Félix siguen peleando por el control de Baja California

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Michoacán y Jalisco son territorios
Michoacán y Jalisco son territorios disputados por el CJNG y otros cárteles. (Crédito: Jovani Pérez | Infobae México)

En el año 2016 la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) hacia el noroeste del país chocó con tres organizaciones criminales que se disputaban la plaza: el Cártel de Sinaloa, el Cártel de los Beltrán Leyva y el Cártel de los Arellano Félix; aunque fue este último grupo el único que aceptó una alianza en la región, dando pie a la creación del Cártel Tijuana Nueva Generación.

Aunque inició sus actividades criminales bajo el nombre de “Los Matazetas”, la organización bajo el mando de Nemesio Oseguera, “El Mencho”, comenzó a cobrar relevancia desde el año 2015; a partir de ese entonces aparecieron las primeras narcomantas y mensajes firmados por sus famosas cuatro letras.

Sólo un año más tarde colocaron lonas en distintas zonas de Tijuana con amenazas al Cártel de Sinaloa; éstas estaban firmadas por el CJNG y los remanentes que antes seguían a los hermanos Arellano Félix, naciendo así el llamado Cártel Tijuana Nueva Generación.

Para ese entonces todos los cinco hermanos (hombres) Arellano Félix ya estaban muertos o detenidos; pero Enedina, la “Narcomami” y la mujer más poderosa del narco, como la DEA la llamó en 2020, se presume que estaba al mando de la poderosa organización en las décadas de 1980 y 1990.

(Captura de pantalla)
(Captura de pantalla)

La alianza entre Tijuana y Jalisco provocó un incremento de la violencia en la segunda mitad de la década del 2010, pues el objetivo era el control de los cruces fronterizos entre México y Estados Unidos que conducen a las ciudades de San Diego, Los Ángeles y San Francisco desde Tijuana, ciudad por donde pasó el 60 por ciento de toda la droga en las primeras dos décadas del nuevo milenio, según información del Colegio de la Frontera Norte.

La organización Insight Crime destacó que tras la detención de Eduardo Arellano Félix en 2008, la organización se dividió en dos bandos; uno bajo el mando de Enedina y su hijo, Fernando Sánchez Arellano; y otra liderada por Teodoro García, “El Teo”, detenido en 2010.

Enedina Arellano Félix -afirma InSight Crime- apoyaba una unión con Los Zetas; en tanto “El Teo”, sostuvo una alianza con el Cártel de Sinaloa. Lo cierto es que la violencia en la región norte de Baja California y la aparición del Cártel Tijuana Nueva Generación se concretó dos años después de la captura de Fernando Sánchez Arellano y cuando se presume que Enedina era la única líder de la organización.

Después de la guerra con Sinaloa

El Cártel Tijuana Nueva Generación aprovechó las disputas internas del Cártel de Sinaloa para recuperar el control de la región, todo ello bajo el mando de Héctor Manuel Morales Guzmán, alias “El Gallero”, quien se presume es compadre del “Mencho”.

Después de la guerra contra el Cártel de Sinaloa, medios locales dan cuenta del Cártel Tijuana Nueva Generación hasta el año 2020; tras esa fecha se habla de grupos delictivos ligados al CJNG y a la familia Arellano Félix, pero ya no de una alianza.

Ilustración: Infobae México
Ilustración: Infobae México

“Los Cabos” son uno de ellos bajo el mando del “Mencho”, de quien su líder, Edgar Alejandro Herrara Pardo, alias “El Cabo 8″ o “El Caiman” fue extraditado a Estados Unidos a principios de agosto, a un año de su detención; era considerado uno de los principales operadores del CJNG en Tijuana, Baja California.

Por el lado del Cártel de Tijuana y de la familia Arellano Félix se dio a conocer la formación de “Los Benjamines”, una nueva generación de neonarcos presuntamente liderada por los hijos de Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix.

Según información del Semanario Zeta, Fabián Arellano Corona, Benjamín Arellano Serrano y Javier Briseño Arellano, son la Nueva Generación que intenta pelear (recuperar) el control de Tijuana que alguna vez perteneció a su familia.

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